Un vía crucis a los pies de la Giralda. El Cristo del Perdón, un busto anónimo realizado, según los expertos, a finales del XVII o principios del XVIII, recorrió en andas el Patio de los Naranjos este viernes de cuaresma. Un acto piadoso, organizado por la Hermandad Sacramental del Sagrario, que pone fin a los cultos en honor a este Ecce Homo que preside la puerta del Perdón de la Catedral.

Noche fría y húmeda, perfumada por el azahar y el incienso, e iluminada por los niños carráncanos y un breve cortejo de hermanos con cirio. La música de capilla sonaba mientras las andas avanzaban lentamente, deteniéndose cada pocos metros para rezar cada una de las catorce estaciones. Una estampa de otro siglo en un marco incomparable.

Normalmente este vía crucis hace la función de traslado desde el Sagrario hasta el pequeño retablo que la imagen ocupa en un lateral de la puerta del Perdón. Este año, el solemne triduo cuaresmal se ha celebrado en la Capilla Real, debido a las obras que se realizan en la Parroquia del Sagrario. El culto ha estado presidido y predicado por Manuel Cotrino Bautista, canónigo de la  Catedral de Sevilla y párroco del Sagrario.