Actividades culturales

Cristóbal Ramos y Manolo Cuervo. Barroco y vanguardia en la Semana Santa de Sevilla

Francisco Vélez, Antonio Pulido, Manuel Cuervo, Francisco Ros y Juan Dobado en la presentación de las exposiciones.

Francisco Vélez, Antonio Pulido, Manuel Cuervo, Francisco Ros y Juan Dobado en la presentación de las exposiciones. / Juan Carlos Muñoz

La cuaresma en la Fundación Cajasol tiene este año dos nombres propios: Cristóbal Ramos y Manolo Cuervo. A ambos los separan tres siglos, pero los une su vinculación con la fiesta principal de Sevilla, la Semana Santa. El primero la abordó artísticamente desde el barroco más avanzado, mientras que el segundo la anuncia con las tendencias más vanguardistas. A ellos están dedicados las dos exposiciones que la sede principal de la entidad cultural -en la Plaza de San Francisco- acoge desde este viernes hasta el próximo Domingo de Resurrección. 

En un mismo recinto el barroco y la vanguardia se dan la mano con dos muestras que están llamadas a ser grandes protagonistas del tiempo de vísperas. Las dos -en cuyo diseño y catálogo ha participado Páginas del Sur- han sido inauguradas este viernes, en un acto que ha concitado gran cantidad de público. En su presentación han intervenido el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, y el presidente del Consejo de Cofradías, Francisco Vélez. A esta entidad ha correspondido la organización de la muestra Manolo Cuervo + Semana Santa, dedicada al autor del cartel de este año. 

También han hecho uso de la palabra el comisario de dicha muestra, Francisco Ros; y el encargado de tal menester en la de Cristóbal Ramos, fray Juan Dobado. Esta exposición ha sido organizada por la Hermandad del Museo, con motivo de los 250 años de que se modelara su dolorosa. Por tal motivo, ha intervenido su hermano mayor, Juan María Toro

Sala dedicada a la Virgen de la Esperanza en la exposición 'Manuel Cuervo + Semana Santa'. Sala dedicada a la Virgen de la Esperanza en la exposición 'Manuel Cuervo + Semana Santa'.

Sala dedicada a la Virgen de la Esperanza en la exposición 'Manuel Cuervo + Semana Santa'. / Juan Carlos Muñoz

La exposición de Manolo Cuervo se sitúa en la primera planta de la Fundación Cajasol y ocupa tres salas. Está dedicada a las obras realizadas por este experto en diseño y pintura para la Semana Santa. En la primera de las salas la protagonista es la Hermandad de la Hiniesta y las versiones que realizó del cartel para anunciar el 450 aniversario de la corporación del Domingo de Ramos en 2015. La segunda sala está vinculada a la Virgen de la Esperanza, e incluye tanto las obras relacionadas con la Hermandad de la Macarena -para la que pintó el cartel de 2019- como con la Hermandad de la Yedra, protagonista del cartel de la Semana Santa de 2020 de Jerez de la Frontera. La última sala se centra en el proceso de elaboración y las versiones planteadas para el cartel de la Semana Santa de Sevilla de 2022, en el que cobran protagonismo el Cachorro y la Esperanza de Triana

El comisario de esta exposición, Francisco Ros, ha destacado en su intervención que la muestra no sólo permite "disfrutar de la creación de Cuervo", sino que otorga la posibilidad de hablar de "arte contemporáneo en las cofradías". Manolo Cuervo, fiel a su estilo, no se ha referido a su obra, sino que se ha limitado a dar las gracias a quienes han hecho posible la exposición. "Hace siete años no me podía imaginar esto, me encontraba en otra cosa diferente. Para mí, esta posibilidad es un lujo", ha admitido. 

Una de las dolorosas de Cristóbal Ramos que se puede contemplar en la Fundación Cajasol. Una de las dolorosas de Cristóbal Ramos que se puede contemplar en la Fundación Cajasol.

Una de las dolorosas de Cristóbal Ramos que se puede contemplar en la Fundación Cajasol. / Juan Carlos Muñoz

La segunda de las muestras, Cristóbal Ramos, cuando el barroco cobra vida, ocupa tres plantas y se divide en cuatro temáticas, según ha detallado su comisario, fray Juan Dobado. La primera reúne varias obras relacionadas con la Natividad y la infancia de Jesús, donde están presentes aportaciones de varios conventos, como las Carmelitas Descalzas, San Leandro, el Santo Ángel o el Carmen de Jerez. En esta primera sala destaca la Inmaculada de los Clérigos, de la Catedral de Sevilla. 

Otra temática es la relacionada con las advocaciones marianas de gloria, con aportaciones como la Virgen de la Merced del Convento de la Asunción, de Sevilla capital; la Virgen del Rosario de la Hermandad de Pasión o la imagen vicaria que con la misma advocación recibe culto en la capilla de Montserrat. La tercera sala está dedicada a las imágenes de la Pasión, en la que han de mencionarse la antigua titular de la Hermandad del Silencio, la Virgen de la Concepción, que habitualmente se encuentra en la residencia de la familia Ybarra; la Piedad en terracota y telas encoladas que se venera en la iglesia de San Ildefonso y la Dolorosa de la parroquia de Encinasola (Huelva). 

Sala dedicada a la devoción a la Virgen de las Aguas. Sala dedicada a la devoción a la Virgen de las Aguas.

Sala dedicada a la devoción a la Virgen de las Aguas. / Juan Carlos Muñoz

La última estancia se centra en la Virgen de las Aguas, de la que se cumplen dos siglos y medio. En ella se analiza la evolución de su paso de palio, los cambios que ha experimentado la imagen (que en su origen iba arrodillada y con las manos entrelazadas) y el rico ajuar que ha atesorado estos años. Al patrimonio documental y artístico se añade el gráfico y audiovisual. 

En total, la muestra la componen 40 obras de Cristóbal Ramos, gracias a la cesión de 30 instituciones. Buena parte de la colección se expone por primera vez en Sevilla. La intención es dar a conocer el legado de un autor que durante mucho tiempo se calificó de "menor" por trabajar preferentemente en barro.

También, así, se ve cumplido un viejo anhelo de la Hermandad del Museo, ya que como ha recordado su hermano mayor, Juan María Toro, en 1972, con motivo del segundo centenario de la Virgen de las Aguas, se intentó realizar una muestra sobre dicho imaginero, un objetivo que no se logró por la falta de conocimiento y documentación sobre Cristóbal Ramos.