El Palquillo

Desmontando tópicos y leyendas de la Semana Santa de Sevilla

La Macarena en el patio principal del actual Parlamento de Andalucía.

La Macarena en el patio principal del actual Parlamento de Andalucía. / FOTO CEDIDA POR EL PARLAMENTO (SERRANO 1937)

Discernir entre los hechos históricos y las fabulaciones. ¿Qué es realidad y qué mito y leyenda? La Semana Santa de Sevilla se sustenta sobre una historia que se remonta más de seis siglos. Pero muchas veces, los cofrades, los versados y los que no lo son tanto, dan como ciertos toda una serie de relatos que no son más que ensoñaciones que se han ido transmitiendo de generación en generación pero que se han ido asumiendo como reales. Las historias de la Macarena, el reloj y el Hospital de las Cinco Llagas, la del gitano apodado Cachorro que inspiró a Francisco Antonio Gijón, la de la prohibición de la marcha Pasan los Campanilleros o la del conjunto escultórico fundacional de la Sagrada Mortaja son algunos ejemplos. La historiadora y divulgadora Reyes Pro ha pronunciado recientemente una charla en el Colegio de Médicos para desmontar todos estos cuentos cofradieros.

“Divulgar la historia y el conocimiento es básico y fundamental. Las fabulaciones nos impiden conocer los hechos históricos reales. Hay que saber diferenciar el mito, el tópico y la leyenda de la Historia”, señala esta divulgadora. Como no puede ser de otro modo, son las imágenes de mayor devoción las que más atraen la leyenda. Es el caso de la Macarena. Muy conocida es la historia de que la Virgen de la Esperanza no puede entrar en el antiguo hospital de las Cinco Llagas. El motivo es que allí se guardaba una imagen que pertenecía a una viajero italiano fallecido. Cuando se funda la hermandad ésta necesita de una Dolorosa y enterados que el hospital precisaba de un reloj hicieron un canje con la condición de que si la imagen volvía a entrar en el hospital no saldría más de allí. “Otra leyenda es la del borracho que le tiró un vaso a la cara de la Virgen provocándole una mancha. Eso no pasó nunca”. Frente a estas novelerías, Pro defiende que hay historias muy interesantes que la mayoría de los cofrades desconocen. Como que la Hermandades de las Cigarreras ha tenido cinco imágenes de Cristo titulares o que la de San Isidoro conserva al Cristo de las Tres Humillaciones, una obra que se perdió en el siglo XVII y fue recuperado en 1960.

Como hermana de la Sagrada Mortaja no pasa por alto las dos fábulas que tienen como protagonista a esta hermandad. La primea cuenta que tras la Reconquista un delincuente que huía de la justicia se refugió en la iglesia de Santa Marina. Al agrandar un hueco para esconder se encontró con el grupo escultórico de la piedad a la que pidió amparo. Este sería el origen de la hermandad. “En el compás del exconvento de la Paz lo explica un azulejo que comienza con las palabras ‘es legado de tradición...’ Esto no tiene base histórica alguna”. También se cuenta que el paso de la Mortaja perteneció a la Hermandad del Despedimiento. “No es verdad. El paso lo hizo Pedro Roldán El Joven en 1710”.

La música tampoco se libra de las fabulaciones. La más extendida es la de la prohibición de la marcha Pasan los Campanilleros por su excesivo carácter alegre. “No es así. Se recomendó que no se tocara en la carrera oficial porque los costaleros se recreaban y provocaba retrasos”. También aclara que antiguamente los cortejos iban acompañados por música de capilla de ministriles. “Así es desde el XVI, sobre todo tras la boda de Carlos V. Lo antiguo son los pitos”.

También hay que desterrar la idea de que las mujeres nunca han salido en las cofradías. “Históricamente tenían su sitio, sus tramos. La prohibición total es en 1940. El problema es que se lee poco y mal y se reeditan libros que nada tienen que ver con la historia y verdadera antropología de la Semana Santa de Sevilla”, concluye Pro.

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