La seguridad en la Semana Santa

La Madrugada de Sevilla tampoco tendrá puestos ambulantes

Nazarenos del Gran Poder durante la Madrugada.

Nazarenos del Gran Poder durante la Madrugada. / D. S.

Todos los puestos ambulantes instalados en el centro de Sevilla durante la Semana Santa tendrán que cerrar a la 1:30 de la Madrugada del Viernes Santo. Es una de las medidas contempladas en el dispositivo de seguridad de esta jornada, en la que se viene aplicando desde hace algunos años la denominada ley seca, que prohíbe la venta de alcohol en los establecimientos y establece el fin de la actividad hostelera a dicha hora.

Los puestos de chucherías, buñuelos y algodón dulce que se ponen en funcionamiento en las calles de Sevilla durante los días de Semana Santa no podrán permanecer abiertos más allá de la 1:30 de la Madrugada. Un cierre anticipado que no ha sentado nada bien a los responsables de estos negocios ambulantes, que alertan de la gran pérdida económica que supone esta decisión del Ayuntamiento de Sevilla, al que piden que puedan mantener su actividad durante toda la noche. 

No es la primera vez que se establece dicha restricción horaria. Según María Moreno, propietaria de un puesto ambulante, ya el año pasado a muchos negocios se les obligó a cerrar a la 1:00, pero en 2023 esta limitación se extenderá -media hora más tarde- a todos los que se encuentren instalados en el Casco Antiguo. "Sólo dejarán cuatro o cinco, los más alejados", refiere la comerciante. 

Los cambios en la 'ley seca'

El gremio se siente bastante molesto con dicha medida, después de que desde el Ayuntamiento se haya anunciado una "flexibilización" de la ley seca de la que no se benefician los puestos ambulantes. Debe recordarse que para la próxima Madrugada se han introducido varias novedades en la normativa. Así, los bares de las zonas de restricción podrán cerrar a la 1:30, media hora más tarde que en 2022, excepto los que se encuentren en la calle Alfonso XII y la Plaza del Duque, cercanos a la salida del Silencio. En los que se permita la apertura más allá de esa hora -en determinadas vías y con unas estrictas condiciones (vigilancia privada en la puerta, prohibición de vender alcohol y no exceder el aforo permitido, entre otras)- se podrá servir cafés, churros y dulces. 

Los titulares de los puestos ambulantes quieren que esa "flexibilización" también se les aplique a ellos y, así, poder ofrecer sus servicios a quienes se desplacen al centro de la ciudad a esas horas para ver las cofradías.  Moreno recuerda que existen tres tipos de licencias para estos negocios: chucherías y frutos secos, algodón dulce y palomitas, y buñuelos y gofres. Las superficies que ocupan las instalaciones son de dos metros de largo por otros dos de ancho y de dos metros de largo por uno de ancho, por lo que "no suponemos una gran ocupación". "Tampoco vendemos alcohol. Nunca lo hemos hecho. Sólo vendemos agua en botellas de medio litro", explica. 

Seis años de cambios

El primer cambio en los puestos ambulantes durante la Semana Santa se aplicó, según esta comerciante, en 2017, cuando los "alejaron" de las calles cercanas al paso de cofradías, para llevarlos a vías "más escondidas". "Perdimos visibilidad", lamenta.

Desde el año pasado se viene aplicando el cierre en la Madrugada, que en 2023 se extenderá a la mayoría de negocios, lo que les impide trabajar en una jornada clave, que les aporta importantes beneficios. "Llevamos más de cien años montando puestos en esta fiesta, lo único que pedimos es abrir esa noche, pues de estos negocios viven muchas familias", apostilla Moreno. 

Fuentes municipales aclaran que el cese de esta actividad obedece a su equiparación con los bares en el dispositivo para esa noche. Los puestos ambulantes situados en el perímetro de seguridad de la Madrugada cerrarán de 1:30 a 6:00

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