Manuel Martínez Suárez, hermano de honor de la Hermandad de la Macarena y figura imprescindible en la historia reciente de la corporación, ha fallecido este jueves en Sevilla a la edad de 90 años. Nació en la macarena calle Divina Pastora el 7 de diciembre de 1934. A la edad de 7 años, su tata (tal y como él la llamaba) lo hizo hermano; ella fue quien le inculcó el amor por los titulares constando en el archivo de la hermandad desde el 4 de febrero de 1942. "Él siempre explicaba que aunque insistía desde que tuvo uso de razón en formar parte de la que sería su gran pasión, la hermandad, esperaron a que hiciera la primera comunión, como era costumbre en la época, para inscribirlo", ha subrayado la corporación.

Desde el primer minuto se estableció un indisoluble lazo con la corporación macarena que no abandonaría jamás siendo pieza fundamental en su vida, junto a su mujer Lola, sus hijas, nietos y biznietos.

Sus primeros recuerdos se remontan a la época de San Gil, correteando por la plaza del mismo nombre. Ya de adolescente recordaba cómo estando en el atrio, recién estrenada la basílica, el hermano mayor lo invitó a estar con la junta y el resto de empleados en una de las copas que tenían lugar en la casa de hermandad, no abandonando jamás ese entorno.

Manuel Martínez Suárez ante la Virgen de la Esperanza.

Junto a su hermano Pepe Martínez, llevaban una cuartelá de frutas en el Mercado de la Encarnación. Lugar emblemático para la hermandad, al acoger a numerosas familias de macarenos ilustres, como el recordado Pepe García, capitán de los armaos, y Manolo García, su hermano, que ha sido hermano mayor de la y actual medalla de oro, entre otros muchos.

Mantuvo fuertes vínculos de amistad con algunos hermanos de la hermandad que durarían toda la vida, como los recordados Manuel Ojeda García, Antonio Ángel Franco El Melli –histórico capitán de la Centuria-, Juan José Borjabad Rodríguez, Manolo Maldonado Ordóñez, Manuel Muñoz Mayoral, Pepe García García, Luis León Vázquez, capataz histórico de la Hermandad, entre otros muchos.

La sabatina era el punto y momento de encuentro de todos estos macarenos, consolidando una amistad que superaría los avatares de la vida y que se consolidaría, siendo Martínez (la manera más familiar como le conocían en la hermandad) incluso padrino de alguno de los hijos de sus amigos.

Su primer puesto en la junta de gobierno fue de prioste segundo en la junta presidida por Carlos Delgado de Cos en junio de 1964, iniciando una larga trayectoria, donde ocuparía diferentes puestos.

En noviembre de 1969 ocupó el puesto de prioste de la Esperanza en la junta presidida por Eduardo Miura Fernández; cargo que volvería a repetir en la junta presidida por José J. González Reina hasta el año 1981, en el que pasó a ocupar el cargo de mayordomo del Rosario hasta el año 1985.

Manuel Martínez Suárez en un besamanos.

Además de sus responsabilidades como oficial de la junta de gobierno, también salió un año como costalero y otro como armao en la cofradía.

Durante los últimos años de su vida desempeñó el cargo de camarero del Señor de la Sentencia, con el que mantenía íntimas conversaciones cada vez que iba por la basílica.

Durante todos estos años, demostró una incondicional dedicación e implicación en la vida de la hermandad siendo el alma, motor e impulsor de trascendentales decisiones que cambiaron la historia de la corporación, como fueron el cambio de las cuadrillas de costaleros profesionales a costaleros hermanos y la restauración de las imágenes por el profesor Arquillo.

Persona de fuerte carácter y convicciones, defensor acérrimo de la hermandad, devoto incondicional del Señor de la Sentencia y de la Virgen del Rosario, entregado en alma y cuerpo a su Virgen de la Esperanza.

El cabildo de hermanos de noviembre de 2021, a propuesta de la junta de gobierno presidida por José Antonio Fernández Cabrero, otorgó a Manuel Martínez el título de hermano de honor, que recibió en la basílica el 27 de noviembre de 2021.

Martínez ocupa un puesto de honor en la Corte Celestial Macarena junto a otros macarenos ilustres.

Ya descansa junto al Señor.