El Palquillo

Muere monseñor Antonio Montero, obispo auxiliar de Bueno Monreal

  • Historiador y periodista, cronista del Concilio Vaticano II, era arzobispo emérito de Mérida-Badajoz

Muere en Sevilla Antonio Montero, arzobispo emérito de Mérida-Badajoz y obispo auxiliar hispalense en los 70.

Muere en Sevilla Antonio Montero, arzobispo emérito de Mérida-Badajoz y obispo auxiliar hispalense en los 70. / M. G.

A las 13:00 de este jueves, poco tiempo después de la entrada de la procesión del Corpus Christi, ha fallecido en Cádiz monseñor Antonio Montero Moreno, a la edad de 93 años. Nacido en Churriana de la Vega (Granada), el día 28 de agosto de 1928, era arzobispo emérito de Mérida-Badajoz. Durante once años, de 1969 a 1980, fue obispo auxiliar de Sevilla con Bueno Monreal como arzobispo.

El día 3 de mayo de 1980 fue nombrado obispo de Badajoz. Tras su relevo por monseñor Santiago García Aracil, el día 9 de julio de 2004, como nuevo arzobispo de Mérida-Badajoz, pasó a residir con su familia en Sevilla, aunque durante las épocas de más calor se trasladaba a Cádiz.

Monseñor Montero cursó sus estudios eclesiásticos en el Seminario de su Archidiócesis de nacimiento, licenciándose en Teología en la Facultad jesuítica de la capital granadina. Obtuvo también la licenciatura en Historia de la Iglesia por la Universidad Gregoriana de Roma, y el doctorado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Se graduó posteriormente en Periodismo por la Escuela Oficial de Madrid.

Recibió la orden sacerdotal el 19 de mayo de 1951, en la basílica de San Juan de Letrán de Roma, y realizó su primera labor sacerdotal, durante dos años escasos, como coadjutor de la parroquia granadina de San Agustín, capellán del Hospital Clínico de la facultad de Medicina y profesor de Religión en el Colegio de Cristo Rey.

Durante sus años romanos formó parte activa del grupo literario de jóvenes sacerdotes creadores de la revista poética Estría, donde publicó composiciones líricas junto a José Luis Martín Descalzo, José María Cabodevilla y José María Javierre, luego afamados escritores.

En 1953 el cardenal Pla y Daniel le nombra subdirector de la revista Ecclesia y director en 1958, cargo en el que permanece hasta 1967, y del que quedan huellas de su función directiva en más de setecientos artículos editoriales, que marcaron la línea de este semanario oficioso de la Iglesia en España, en los años precedentes, concomitantes y posteriores al Concilio Vaticano II.

Desde 1955 a 1969 simultaneó esta responsabilidad, junto a un grupo de prestigiosos sacerdotes y laicos, con la creación y dirección de una de sus obras más importantes, la institución editorial PPC (Promoción Popular Cristiana), cuyo Consejo editorial ha presidido hasta hace poco.

Desde 1954 a 1960 fue profesor de Historia eclesiástica y de Patrología del Seminario Hispanoamericano (OCHSA) de Madrid. Participó en Congresos Internacionales de Prensa Católica, como los de Nueva York y Viena. De su labor periodística destaca su trabajo como cronista durante la celebración del Concilio Vaticano II y de redactor editorialista del diario YA desde 1967 a 1969.

En 1961, la Biblioteca de Autores Cristianos publicó, en su volumen n. 204, su Historia de la Persecución religiosa en España (1936-39), tesis doctoral en la Universidad Pontificia de Salamanca y obra ya clásica en su género, de la que han publicado cinco ediciones y más de 30.000 ejemplares.

Obispo auxiliar de Sevilla

El 10 de abril de 1969 el Papa Pablo VI le nombró obispo titular de Regiana y auxiliar de Sevilla, siendo consagrado el 17 de mayo, en la Catedral hispalense, por el cardenal Bueno Monreal, del que sería estrecho colaborador durante más de una década. Las huellas más señaladas de su labor en Sevilla fueron el Sínodo diocesano de los años 70-72 y su presencia activa en la creación y dirección del Centro de Estudios Teológicos y de la Escuela de Magisterio de la Iglesia. El día 3 de mayo de 1980 fue nombrado obispo de Badajoz, haciendo su entrada en la diócesis el 24 del mismo mes.

El día 28 de julio de 1994, Su Santidad el Papa Juan Pablo II, por la Bula Universae Ecclesiae sustinentes crea la nueva Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, que comprende a las tres diócesis extremeñas, y nombra primer arzobispo de la nueva Sede Metropolitana a monseñor Antonio Montero Moreno, que toma posesión de la Archidiócesis en el acto de ejecución de la referida Bula, en Mérida, el día 12 de octubre de 1994. 

Según destaca la archidiciócesis de Mérida-Badajoz, "toda la vida sacerdotal y episcopal de don Antonio ha estado muy marcada por el ministerio de la palabra oral, escrita y audiovisual. Para él las Comunicaciones Sociales fueron como una segunda vocación, como vehículo constante de su acción pastoral y evangelizadora". 

Monseñor Montero fue durante quince años presidente de la comisión episcopal de Medios de Comunicación Social y por dos mandatos quinquenales miembro del consejo pontificio para las Comunicaciones Sociales. Durante doce años fue miembro activo del comité episcopal europeo para las Comunicaciones Sociales, agotando en este cargo todos los mandatos estatutarios. En función de sus cargos sacerdotales y episcopales recorrió numerosos países de Europa, de las dos Américas, del mundo árabe y del África negra. En reconocimiento de su labor en este campo pastoral le fue otorgado en 2001 el Premio Bravo de la comunicación cristiana.

En 1997 fue nombrado académico de la Real de Extremadura de las Letras y Artes (tomó posesión en 2006), en 2001 le fue concedida la Medalla de Oro de Extremadura, en 2004 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Pontificia de Salamanca y en 2005 recibió el premio Guadalupe-Hispanidad, que otorga la Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios