El uso del teléfono móvil se ha convertido en una constante en todos los actos y cultos cofradieros. Ahí están las fotos que lo demuestran. No hay procesión, traslado, vía crucis o rosario en los que una sagrada imagen no esté rodeada de un mar de móviles (de última generación) en alto para captar el momento. Hasta en los besamanos se apura lo máximo (y permitido) para hacer fotos de los titulares de una hermandad. Incluso a escasos centímetros. Tendencia propia de una sociedad de consumo y condicionada por las nuevas tecnologías, a lo que hay que añadir el fuerte apego a las redes sociales. 

Ante esta dependencia de los móviles, hay hermandades que ya han tomado medidas. Algunas corporaciones prohíben su uso cuando los devotos se encuentran a pocos metros de las sagradas imágenes, pero hay otras que, con bastante ingenio y sobradas de razón, recomiendan "ayunar" de esta nueva tecnología en momentos tan especiales. 

Un ejemplo de ello viene de Málaga, donde en días recientes estuvo expuesta en besamano la Virgen de la Esperanza con motivo de la festividad de la Expectación. Se trata de una de las imágenes con mayor devoción de la capital de la Costa del Sol y que más cantidad fieles concita durante su estación de penitencia la tarde del Jueves Santo. Su trono es uno de los más espectaculares de la Semana Santa malagueña. 

El besamano de la Virgen de la Esperanza.

La cercanía con las imágenes

Quienes han acudido al reciente besamano se han encontrado con un cartel que contenía una acertada recomendación. En él se leía esta leyenda: "Guarde su móvil y aproveche la cercanía de la Virgen de la Esperanza. Será el mejor recuerdo que pueda guardar". 

Toda una lección. Frente a quienes ven la vida a través de la pantalla del móvil, la advertencia de la hermandad malagueña hace reflexionar a los cofrades sobre la conveniencia de dejar a un lado las nuevas tecnologías y disfrutar de ese momento íntimo que se produce cuando un devoto se encuentra a escasos metros del titular de una cofradía. La cercanía de lo sagrado. 

Un cartel que merece todo el reconocimiento para quienes lo hayan ideado en unos tiempos que anteponen la realidad virtual a la que se palpa con los sentidos. Bien, muy bien, por la Cofradía del Paso y Esperanza. Muchas hermandades -como instituciones religiosas pero también con gran responsabilidad social- deberían tomarlo de ejemplo. Enseñar y aconsejar son otras formas de ejercer la caridad. Y con contundente reflexión. Los mejores recuerdos son los que no caben en la memoria de un móvil.