El Palquillo

La Amargura restaura una pintura atribuida a Lucas Valdés

El cuadro de La Caída del Maná recién restaurado

El cuadro de La Caída del Maná recién restaurado / Hermandad

Son tiempos propios para invertir y dedicar esfuerzos a la conservación del patrimonio. Numerosas cofradías aprovechan la época veraniega -o post Semana Santa- para intervenir en diferentes obras de su patrimonio, desde imágenes titulares -caso de La Sed o Las Aguas- hasta sus propias sedes canónicas, como El Museo. Pero el patrimonio artístico no solo se reduce a lo puramente cofradiero; hay corporaciones que han legado un más que sobresaliente acervo pictórico a lo largo de la historia.

La Caída del Maná tras su restauración La Caída del Maná tras su restauración

La Caída del Maná tras su restauración

Es el caso de la cofradía de la Amargura, que en estas últimas horas ha presentado la restauración del lienzo La Caída del Maná, una obra atribuida al pintor Lucas Valdés y fechada a principios del siglo XVIII. La pintura ha sido sometida a un proceso conservativo por parte de Enrique Gutiérrez Carrasquilla, hermano de la corporación. En concreto, la intervención se ha efectuado integralmente en todos sus estratos, desde el bastidor hasta el marco, pasando por el lienzo y la propia pintura. La corporación insiste en que "el criterio seguido ha sido en todo momento el conservativo, eliminando en la medida de lo posible los elementos ajenos a la obra".

El lienzo en la Capilla Sacramental El lienzo en la Capilla Sacramental

El lienzo en la Capilla Sacramental / Hermandad

El cuadro se expone de manera permanente en la Capilla Sacramental de San Juan de la Palma, y la acción del tiempo y la suciedad han privado a fieles y curiosos de contemplar su cromatismo original. La obra despierta gran interés artístico, ya que el tema apenas se halla representado en la pintura sevillana. La Caída del Maná prpocede del Éxodo: acosados por el hambre en su travesía por el desierto, los israelitas murmuran contra Moisés. En ese entonces, Yhavé comunica al profeta que hará llover pan cada día desde el cielo. Por la mañana, al evaporarse el rocío, quedó en el suelo un elemento parecido a la escarcha, como granos. Los israelitas, asombrados, se preguntaban qué era aquello, que en hebreo significa maná. Esos granos se convirtieron en sustento para los israelitas.

Esta intervención ha sido cofinanciada gracias a la línea de subvenciones programada por la Junta de Andalucía para la restauración de inmuebles y patrimonio religioso. El resto del montante económico ha sido aportado por la propia hermandad de la Amargura.

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