El 1 de octubre de 2001 fallecía en Sevilla el rockero Silvio Fernández Melgarejo, a los 56 años. Murió la persona y nació la leyenda. Dos décadas después, su música no ha pasado de moda. Como la Semana Santa, Silvio es atemporal. Su disco titulado Fantasía Occidental, grabado durante su etapa como Silvio y Sacramento, se ha convertido en una obra imprescindible para cualquier sevillano o para los amantes de la buena música.

El músico, compositor, productor y mánager José Amador, conocido popularmente como Pive, compuso el tema "La Pura Concepción" (Swing María), utilizando las melodías de la marcha "Virgen de las Aguas", que Santiago Ramos Castro escribiese para la dolorosa del Lunes Santo. "Iba por la Cuesta del Rosario, y de pronto empecé a cantar con aires de swing una marcha de Semana Santa", comenta Pive refiriéndose a la citada marcha. Pensaron entonces que si de una marcha habían sacado una canción, podrían hacer lo mismo pero al revés. Nace entonces el tema "Rezaré", una versión del Stand by me en la que se citan a un gran número de devociones de la Semana Santa de Sevilla, siendo producida por el propio Silvio y por su batería, Pive.

En una entrevista concedida al periodista Jesús Quintero, con el que fraguó una sincera amistad, afirmó que "hay que tener roll hasta para llevar un paso, porque es la única manera de que no te pese", refiriéndose a los costaleros, y que "donde se pone un paso palio, no se pone ni Suecia". Era capillita, a su manera, devoto del Santísimo Cristo de la Expiración y de la Virgen del Patrocinio, donde llegó a salir de nazareno. De hecho se casó en esta iglesia de la calle Castilla, con una rica heredera aristócrata del Reino Unido, Carolyn Williams, con la que tuvo su único hijo. Años más tarde, grabaría parte del videoclip de "Rezaré" a las puertas de lo que hoy es la Basílica del Cachorro; la otra mitad se rodó en la esplanada contigua al Estadio Ramón Sanchez-Pizjúan, su segunda religión: el Sevilla Fútbol Club.

Silvio, aunque a veces se arrancaba por Antonio Molina, se consideraba heredero del Elvis Presley, el rey del rock, y si hay un heredero de Silvio no es otro que el guitarrista que tantos años le acompañó, Andrés Herrera Pájaro. Éste recuerda la ocasión en la que Silvio se atrevió por saetas delante de un paso. La gran expectación acabó en estupor cuando el rockero lanzó al aire el grito de "¡Arrivederci mi Cristo; maldito romano!". Un año antes de su adiós, al rockero nacido en La Roda de Andalucía se le dedicó un "Solemne Quinario al Rock Andaluz" en la Sala La Boca del Lobo de Madrid. Y es que lo que muchos sentían (y sienten) por Silvio es pura devoción.