Tradiciones

Arrancan los cultos a la Virgen de los Reyes con el regreso de los besos a la Capilla Real

Los besos vuelven a la Capilla Real en el inicio de agosto.

Los besos vuelven a la Capilla Real en el inicio de agosto. / Juan Carlos Vázquez

Vuelven los besos a la Capilla Real. Tras cuatro años de ausencia, la Virgen de los Reyes retoma su besamano en el formato habitual, el conocido hasta que la pandemia del Covid estallara en aquella ya lejana primavera de 2020. Las manos de la que es Patrona de la Archidiócesis de Sevilla reciben desde ayer los besos de sus cientos de devotos, a los que no le importan los grados que marca el termómetro para echarse a la calle y cumplir con uno de los ritos que anteceden al 15 de agosto.

El verano busca su ecuador. Lo dice la luz de los días, que se acorta sutilmente. Lo gritan los nardos, que llenan las floristerías. También los escasos puestos de higo chumbos, negocio ambulante en peligro de extinción. Y lo proclaman los cultos a la Patrona, que arrancan cada 4 de agosto con el inicio del primer besamano. Lo hace a a las seis de la tarde, una hora en la que las aceras echan fuego. En vísperas de una ola de calor que ya advierten que será la más extrema del año. Nada importa a los devotos (aunque aquí gana por mayoría el femenino) de la imagen fernandina que se dan cita en la Puerta de los Palos de la Catedral para no faltar a esta tradición en este viernes de éxodo playero.

En este 2023 el besamano hace honor a su nombre. Desde aquel fatídico 2020, cuando la Patrona sevillana bajaba de su camarín sus manos quedaban libres del roce de los labios de los devotos. Hasta este año se habían mantenido las medidas sanitarias para prevenir los contagios. Una situación que ha cambiado y con la que se retoma el formato habitual del culto. Lo hace meses después de que el Gran Poder recuperara el besapié en su camarín.

La Virgen de los Reyes durante su primer besamano. La Virgen de los Reyes durante su primer besamano.

La Virgen de los Reyes durante su primer besamano. / Juan Carlos Vázquez

Con manto azul bordado

La sagrada imagen luce en esta ocasión el manto azul bordado con el que las hermanas de la Cruz la visten para la novena. Las hijas de Sor Ángela de la Cruz le han donado una saya bordada en sedas de colores, realizada durante dos años con mimo por Luisa Antequera Barrera, colaboradora social de la orden que ha completado a sus 80 años la obra, estrenada expresamente para estos cultos. En este primer día de besamano es imposible no acordarse de Lolina, la eterna camarera de este sagrado icono con ocho siglos de presencia en la capital andaluza. Su reconocible figura (inconfudible su moño) en la mesa petitoria es una de las ausencias que marca este culto, donde cada años se suceden los rostros que coinciden durante minutos en la cola de acceso a la Capilla Real. Al igual que ocurre en la procesión del 15 de agosto, solemnidad para la que se ha iniciado la cuenta atrás.

Luisa Antequera Barrera, junto a la Patrona de la Archidiócesis. Luisa Antequera Barrera, junto a la Patrona de la Archidiócesis.

Luisa Antequera Barrera, junto a la Patrona de la Archidiócesis. / D. S.

Este sábado continuará el besamano. Lo hará sólo por la mañana, de 9:00 a 14:00. La Puerta de los Palos se abrirá a las 8:00 y a las 8:30 se oficiará misa en la Capilla Real. Desde el domingo 6 de agosto al lunes 14 se celebrará en el Altar del Jubileo la novena a la Virgen de los Reyes. Por la mañana, a las 8:00, y por la tarde (presidida por el arzobispo José Ángel Saiz), a las 20:00.

El 15 de agosto, solemnidad de la Asunción, saldrá a las 8:00 la sagrada imagen en la procesión alrededor del templo metropolitano. A su conclusión, tendrá lugar el pontifical. Un día después se iniciará la octava. El segundo besamano se desarrollará el 20 y 21 de agosto. Los cultos concluirán el 22 con la apertura de la urna de San Fernando.

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