Así regresa la Virgen del Rosario de Rota tras la restauración de MUSAE

La patrona roteña ha vuelto a recibir culto en la parroquia tras la celebración de un rosario público

La intervención se ha desarrollado durante los últimos tres meses

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La Virgen del Rosario, antes y después de su restauración
La Virgen del Rosario, antes y después de su restauración

Una nueva actuación que se añade a su fecunda y prometedora trayectoria. El pasado sábado se repuso al culto Nuestra Señora del Rosario, patrona de la localidad de Rota, que ha sido restaurada por la empresa sevillana MUSAE. La imagen, tras permanecer en la capilla de San Juan Bautista, fue trasladada a la parroquia de la O en rosario público, previo a la solemne eucaristía de acción de gracias.

La Virgen del Rosario tras su restauración
La Virgen del Rosario tras su restauración / Alberto S.

Estos actos se llevan a cabo tras haberse concluido las tareas de conservación, que han comprendido un total de tres meses. Los trabajos, que han tenido el apoyo tanto de la Hermandad del Rosario de Rota como del Obispado de Jerez y la Delegación de Cultura de Cádiz de la Junta de Andalucía, se han desarrollado en el taller sevillano con un equipo multidisciplinar.

La fase cognoscitiva ha sido fundamental antes de iniciar la intervención, la cual ha consistido en la realización de varios análisis previos fundamentales. Para ello, se ha contado con un equipo compuesto por el historiador del arte Ramsés Torres, químicos y biólogos pertenecientes a Sanit- Arte, el equipo técnico del centro de salud Arduan y las conservadoras-restauradoras Esther Soler y Ana Cordero. Mediante la aplicación de los medios y técnicas analíticas necesarias, se han obtenido datos precisos para determinar un diagnóstico riguroso de conservación general de la obra y la planificación de la intervención posteriormente realizada.

Antes y después de la restauración
Antes y después de la restauración / MUSAE

La imagen es una obra del siglo XVI, aunque las diferentes transformaciones y modificaciones han ido cambiando su fisonomía hasta llegar a nuestros días. En el siglo XVII se le cambia el cuerpo y se añade el de candelero; en el siglo XIX se cambian las manos y se añaden los postizos; y en 1956 se altera su rostro. La restauración de la Imagen ha permitido eliminar toda la suciedad superficial, reintegraciones viradas de color, el saneamiento de las grietas y aberturas del soporte principalmente localizadas en el busto, la reintegración de estratos perdidos de policromía, así como la actualización de los sistemas de sujeción.

Además, gracias a la intervención, se ha podido recuperar la luminosidad de la mirada de la imagen de Nuestra Señora del Rosario, que se encontraba oscurecida por la oxidación de diferentes adhesivos y barnices superficiales.

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