Así suena "¡Miradlo en la cruz!", la marcha de David Hurtado para el 450 aniversario del Cristo de Burgos

Un concierto de los que se recuerdan, que marcan época y elevan a la categoría de lo superlativo el género de la marcha de procesión. La Banda de Música del Maestro Tejera ofreció en la tarde de este domingo el concierto conmemorativo del 450 aniversario de la hechura del Santísimo Cristo de Burgos, un acto organizado por la propia corporación del Miércoles Santo.

El público respondió masivamente y prácticamente agotó todas las localidades disponibles, cuyo importe irá íntegramente destinado a la obra social de la hermandad. Con una parroquia de San Pedro a rebosar, todos los asistentes esperaban con especial expectación la interpretación de los varios estrenos previstos por la formación que dirige José Manuel Tristán. Entre ellos, la adaptación para marcha, por parte de Antonio Domínguez, de la Cantata al Santísimo Cristo de Burgos, escrita por Font Fernández, autor estrechamente vinculado a esta imagen y que perfectamente pudiera encajar en el regreso de Madre de Dios de la Palma por la plaza.

Singular y sugerente fue la interpretación, por primera vez desde su composición, de Al Santísimo Cristo de Burgos, obra de Joaquín García de 1931, y que puede considerarse el primer e insólito caso de una composición de cornetas y tambores dedicada a una cofradía de Sevilla, todo un hito interesantísimo por su excepcionalidad. Al habitual cuerpo de cornetas de la banda se sumaron otros músicos invitados, como Manuel Esteban, presidente del Consejo de Bandas, o Francis González Ríos, celebre compositor.

Pero quizás el punto álgido del concierto se alcanzó con el estreno de ¡Miradlo en la cruz!, la marcha conmemorativa del aniversario y que ha sido compuesta por David Hurtado, quien ha volcado en ella todos estos últimos años de experiencias personales. La marcha, un auténtico torrente musical, la compartimos íntegramente con los lectores de El Palquillo en un vídeo grabado por Carlos Franco. "Rabia" era lo que pedía Hurtado a los músicos de la banda mientras ensayaban y así lo han transmitido. Una composición incalificable, que ha "revivido a Font" y que se convierte en una auténtica obra maestra de la música procesional del siglo XXI.