Las cofradías se aprietan el cinturón

La mayoría de las hermandades han ajustado sus presupuestos a la realidad económica actual. Muchas de ellas han distribuido las partidas para dedicar más dinero a caridad.

Las cofradías se aprietan el cinturón
Juan Parejo

17 de marzo 2013 - 05:03

Recortes en estrenos y restauraciones, más recursos para caridad, máxima austeridad y que ningún hermano que no pueda pagar las cuotas sea dado de baja. Éstas son las premisas con las que están trabajando las cofradías para combatir una crisis económica que también padecen, y mucho. Los mayordomos tienen la difícil misión de ajustar al máximo los presupuestos. Redistribuir las partidas para poder atender a todas las personas que acuden a las bolsas de caridad para solicitar una ayuda. Algunas corporaciones han tenido que reducir sus presupuestos en previsión de la morosidad y la consiguiente merma de los ingresos. En las estaciones de penitencia también se intenta ajustar todo lo posibles, aunque es difícil y la mayoría recuerda que uno de los fines de las hermandades es el culto público y tiene en la salida procesional su mayor exponente.

En la Hermandad de los Estudiantes -según explica su hermano mayor, Antonio Piñero- sí han notado un aumento de las bajas voluntarias, es decir, hermanos que por la crisis económicas deben recortar gastos y acaban por borrarse de la nómina. "En este caso, iniciamos una investigación y un análisis del caso para ver cuáles son las causas por la que se ha solicitado la baja. Hemos recibido algunas de hermano con números muy bajos". En la cofradía universitaria también se ha notado un aumento de la morosidad.

La Hermandad de Santa Genoveva adoptó desde que la crisis se empezó a notar con fuerza una postura muy clara: no se daría de baja a ningún hermano que no pudiera pagar las cuotas y lo mismo ocurriría con los que no puedan afrontar la papeleta de sitio. "Tenemos una manera de actuar muy clara en ese sentido y es lo que venimos haciendo. En 2012, la hermandad asumió el pago de 44 papeletas de sitio. Para este año se ha mantenido el precio", explica Javier Bonilla, hermano mayor. Es el fiscal el que estudia casa caso para adoptar una decisión.

Respecto a la estación de penitencia, se intenta recortar en algunas de las partidas, aunque es difícil. "El año pasado, por ejemplo, la banda de los Ángeles, que es la que llevamos en la cruz de guía, devolvió el dinero que le damos para que lo destináramos a acción social".

En los Negritos también han congelado los precios de las papeletas de sitio para la próxima Semana Santa. La hermandad de la calle Recaredo ha tenido que recortar entre un 10% y un 15% su presupuesto, como explica su teniente de hermano mayor, José Luis Pizarro, para adaptarse a las nuevas circunstancias: "Los hemos hecho por una previsión realista de lo que puede ser la tesorería". Aunque la corporación mantiene las mismas cifras de devoluciones de los últimos años, sí evidencian una gran dificultad para que los hermanos que pagan por ventanilla en Cajasol puedan hacerlo: "Los hermanos están teniendo muchos problemas tras la fusión. En La Caixa está resultando muy difícil proceder al pago".

En la Hermandad de la Cena se están multiplicando los esfuerzos para destinar todo los recursos posibles a caridad. "Se destina menos dinero a restauraciones o a estrenos y más para ayudar a los necesitados. Las peticiones que recibimos se han duplicado", explica Joaquín Solís, hermano mayor. Este cofradía del Domingo de Ramos destina cada año el 10% de su presupuesto para caridad, aunque, como afirma su hermano mayor, "al cierre del ejercicio la cantidad es mucho mayor porque se va recortado de otras partidas para ayudar a los más necesitados".

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