¿Dónde comer bien y barato durante la Semana Santa de Sevilla?

Elegir donde comer en Semana Santa en la ciudad de Sevilla puede ser un gran dilema por la cantidad de opciones que hay en el centro de la ciudad para disfrutar de la mejor gastronomía sevillana. Son muchos los bares icónicos que ofrecen lo mejor de su carta en estos días para todo aquel que atraviesa sus puertas. Algunos son más tradicionales y otros un poco más modernos y con tintes innovadores, lo que está claro es que los clientes saldrán encantados y llenos de energía para seguir disfrutando de las procesiones y del ambiente que se respira en la ciudad.

Una cosa a tener en cuenta en estas fechas en Sevilla, es el aumento de población que sufre la ciudad en esta semana, por eso hay que armarse de paciencia para casi todos los quehaceres diarios, ya que puede ser una auténtica gymkhana, debido a tanta gente. Comer en cualquier bar no es una excepción y casi todos estarán llenos en cualquier momento, así que lo mejor es ir sin prisa y no perder la paciencia.

El Rinconcillo

Uno de los bares más típicos sevillanos que abren sus puertas cada día para alimentar con sus recetas más clásicas e infalibles a todo aquel que entre. Desde solomillo al whisky, espinacas con garbanzos, las pavías de bacalao, tortilla de patatas y un sinfín de tapas son las que se pueden degustar en este templo gastronómico ubicado en el centro de la ciudad.

Bar Santa Marta

Este local en pleno corazón sevillano, dispone de una maravillosa terraza en la plaza de San Andrés, aquí los comensales podrán disfrutar de una exquisita ensaladilla, una tortilla de patatas espectacular y su más que famosos flamenquín, lo suelen tener en dos tamaños, el pequeño ( razonable para una sola persona) y el grande que es la mejor opción si son varios los comensales que se sentarán a reponer fuerzas en este bar tradicional.

Blanco Cerrillo

Aquí los boquerones en adobo son la estrella sin duda del local, salen sin parar desde el mediodía hasta bien entrada la tarde. Se puede acompañar esta tapa con otra gran variedad de pescaíto frito como la pavía de bacalao, la tortilla de patatas o la ensaladilla. Sin duda, un manjar que empieza a degustarse con su tradicional olor que inunda la calle Tetuán.

Casa Ricardo antigua Casa Ovidio

Este lugar es conocido se sobra por sus maravillosas y cremosas croquetas, pero además es también uno de los bares clásicos de la Semana Santa, no solo por su privilegiada ubicación, sino por el fervor que se desprende de sus paredes, repletas de imágenes de vírgenes y cristos que la ciudad de Sevilla. EL ambiente cofrade está asegurado todo el año, pero especialmente en Semana Santa. Aquí la clientela disfruta de las croquetas, el flamenquín, el solomillo al whisky, espinacas con garbanzos y muchos otros más que se convierte en una experiencia religiosa cuando se prueba.

Entrecárceles

Este típico bar situado entre plaza del Salvador y la plaza de San Francisco, dispone de dos locales para que la clientela pueda disfrutar de su maravillosa cocina. Elegante, fina y con un gran sabor, se pueden degustar tapas como montaditos de bacalao ahumado con salmorejo; melva, morrón y mayonesa; tacos de bacalao con tomate casero; pollo frito o cazuela de garbanzos marineros, entre muchos otros.

Dos de Mayo

En la plaza de la Gavidia se encuentra este tradicional bar sevillano que cuenta con una amplia carta que tiene posibilidades para todos los gustos, para los amantes del pescado y de la carne, aquí podrán encontrar un plato para satisfacer su hambre en el momento preciso. Tienen espinacas, cola de toro, menudo, gambas al ajillo, pescaíto frito y su clásico flamenquín de york y cabrales.

Casa Morales

Este local sevillano data de 1850 y en su carta destacan platos como la carrillada ibérica, albóndigas de carne o de chocos, ensaladilla, montaditos y guisos caseros. Su gastronomía está basada en la cocina andaluza tradicional que anima a todo aquel que pisa este bar histórico a compartir y probar cada uno de los platos de su amplia carta.

Bodeguita Antonio Romero

Esta tradicional bodega sevillana se ha ido refinando con el paso de los años pero no ha perdido la esencia en su carta, de hecho apuesta por una cocina tradicional andaluza, donde hay mucha variedad pero sin duda uno de los grandes reclamos de este local es el montadito piripi. Se trata de una combinación de pan blanco, lomo, bacon, queso, rodaja de tomate natural y alioli, una vez que se prueba es difícil olvidarse de él.

Casa Moreno

Este típico local de ultramarinos conserva todo su esplendor del pasado y sorprende a todo aquel que no haya traspaso sus puertas, aquí los montaditos son la mejor elección de la carta junto a una buena cerveza bien fría. El montadito más popular de la cara es el de chorizo picante extremeño y cabrales aunque también disponen de otras combinaciones como: montadito de jamón, pavo con mousse de palto o panceta rellena de chorizo con queso.

La Flor de Toranzo

A pocos metros del Ayuntamiento de Sevilla se encuentra ubicado este bar sevillano. Aquí la tradición sigue vigente tanto en la estética como en la carta del local, que tiene uno de los montaditos más atípicos de la ciudad, pan, anchoas y leche condensada. Increíble pero cierto, tiene muchos adeptos y lleva incontables años en la carta.