El Palquillo

Las extraordinarias posibilidades del Santo Entierro Grande de Sevilla

El Cristo del Calvario saldrá de día y regresará por el Salvador

El Cristo del Calvario saldrá de día y regresará por el Salvador / Antonio Pizarro

Desde el instante mismo de su concepción, el Santo Entierro Grande ha ocupado portadas, análisis, debates y multitud de opiniones, como todo cuanto nace y crece en esta ciudad. Primero, el motivo en sí y la necesidad real de proponer este acontecimiento. Posteriormente, la a veces atosigante necesidad de descubrir a la mayor brevedad todos los pasos invitados (en el año 2004 la lista no se conoció hasta finales de diciembre); luego, el plano de los acompañamientos musicales y, por último (para servidor lo más tentador y llamativo de esta procesión) el trazado de unos recorridos y horarios que interfieran lo mínimo posible, como es natural, en la estación de penitencia del resto de hermandades de la jornada, sobrevolando la fallida propuesta de la Alameda como itinerario común.

Una vez dispuestos los ingredientes en esta heterogénea y siempre compleja coctelera, surge la reflexión final, el fin último de tantos meses de trabajo sobrehumano (el bueno de Fermín quizás se replantearía la repetición de tan titánica experiencia). ¿Qué viene a aportar la celebración del Santo Entierro Grande a la Semana Santa de nuestros días? ¿Qué supone para la ciudad, para sus diferentes estratos económicos, sociales y civiles la puesta en marcha de un ambicioso desfile de magnitudes incuantificables? 

Jesús de la Victoria instantes después de su salida el Domingo de Ramos Jesús de la Victoria instantes después de su salida el Domingo de Ramos

Jesús de la Victoria instantes después de su salida el Domingo de Ramos / Antonio Pizarro

Si entendemos el Santo Entierro Grande como un "sustitutivo" de una procesión magna fuera de temporada (punto a favor de la Hermandad, la única que hasta el momento se ha movilizado para organizar algo de tal estilo, independientemente de su fundamento, más o menos debatible), esta procesión significará la situación actual de la Semana Santa de Sevilla, su impacto fuera de nuestras fronteras en un mundo global y constantemente interconectado y, por supuesto, servirá como prueba de fuego para evaluar la capacidad de la ciudad a la hora responder, organizativa y logísticamente, a la más que previsible masiva afluencia de público. Y, recordemos: hablamos solo de los traslados. El Santo Entierro Grande solo toma forma como tal en la Carrera Oficial. Veamos si el formato, caduco para muchos en nuestros días, funciona. Así lo deseamos. 

La Amargura en la tarde del Domingo de RamosV La Amargura en la tarde del Domingo de RamosV

La Amargura en la tarde del Domingo de RamosV / Víctor Rodríguez

Por otra parte, y atendiendo a la motivación de este artículo, el Santo Entierro Grande, por sus características extraordinarias, debería llevar implícitas decisiones, por ende, extraordinarias, para corresponder como tal a un evento que se ha celebrado, recalcamos, solo diez veces en la historia y que muchas generaciones o no han conocido o no lo recuerdan. Y si antes incluíamos el carácter heterogéneo y diverso de esta procesión, las actitudes y disposiciones de ningún modo iban a permanecer al margen. Hay hermandades que han apostado por diferenciarse y han desechado la idea (cómoda pero intrascendente) de reproducir una lámina exacta respecto a su estación de penitencia.

Hay algunos ámbitos (recorridos y horarios) que no permiten quizás demasiada experimentación por diferentes razones; pero creemos que convergen otros tantos que pueden posibilitar estampas, al fin y al cabo, extraordinarias, que es de lo que se trata. Y no por ello se pierde un infundado carácter de superioridad ni se desestabiliza el presunto respeto de los cofrades hacia determinadas corporaciones. Diferentes flores, diferentes acompañamientos musicales, diferentes calles dentro de las competencias...

El misterio de la Exaltación llegará hasta la Alameda en el Santo Entierro Grande El misterio de la Exaltación llegará hasta la Alameda en el Santo Entierro Grande

El misterio de la Exaltación llegará hasta la Alameda en el Santo Entierro Grande / Juan Carlos Vázquez

La Paz y el Beso de Judas enarbolarán la bandera de la Semana Santa contemporánea. El Cachorro irá con banda de música. Montesión volverá por el Museo. La Amargura y Pasión caminarán juntos. El Calvario saldrá de día. Como se le tocó Campanilleros a Las Siete Palabras, como salió el palio de la Carretería, como se encontraron las Tres Caídas y Montserrat, como participó el Cristo de los Cálices en 1922...

Lo diferencial es lo que permanece. 

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