La amenaza de lluvia durante toda la noche impidió a las seis hermandades que conforman la nómina de la Madrugada que realizaran sus estaciones de penitencia.
Con el antecedente del Jueves Santo, jornada en la que tampoco salió ninguna procesión, los cofrades se temían lo peor. La primera en descartar la salida fue la Esperanza de Triana. Poco después de su decisión, El Gran Poder, La Macarena, Los Gitanos y El Silencio le siguieron los pasos y tampoco se atrevieron a salir de sus templos.
La Madrugada estaba casi rota. El Calvario, la última en pronunciarse, dijo también sobre las 03:00 que no sacaría su cruz de guía a la calle. Sevilla se quedaba así sin la noche más larga. Muchas lágrimas y emoción entre los hermanos y devotos al conocer las malas noticias ante las iglesias.
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