Junto a los orfebres más conocidos que trabajaron en el siglo XX para la Semana Santa hispalense hay una nómina muy extensa de aquellos otros que por diversas circunstancias no llegaron a primera fila. Uno de ellos es José Zabala Osuna (1929-2012), del barrio de San Bernardo, discípulo de Manuel Seco Velasco y que trabajó después con García Armenta, Cayetano González y Fernando Marmolejo.
Ya independizado, tras un breve paso por Jerez de la Frontera, se instaló en la Puerta Osario y por último en su collación natal. Trabajó para las Cigarreras, los Servitas, la Sed y las Penas de San Vicente.
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