Las obras en la capilla de la Estrella han terminado. La Hermandad ha conseguido finalizar con éxito las reforma y ampliación del templo de la calle San Jacinto y de la casa de hermandad iniciadas a primeros de julio de 2019. Con unos meses de retraso sobre la fecha de finalización inicialmente prevista, principalmente por la incidencia  de la pandemia. Este mes de octubre la dirección facultativa ha otorgado la finalización de las obras realizadas por la constructora DBD. Queda ahora tramitar los permisos administrativos de licencia de utilización para el uso efectivo y funcionamiento de las dependenias, montaje de retablos, traslado de enseres, mobiliario, decoración y equipamiento.

"Unas obras que satisfacen favorablemente todas las necesidades planteadas y resueltas en el proyecto" explica la hermandad, que ha presentado este viernes el resultado. La capilla se presenta como un espacio de culto diáfano, con excelente visión de los camarines de las imágenes titulares, a la vez que se respeta el proyecto decorativo original de Delgado Roig. El espacio arquitectónico creado, una vez contemplado en la realidad, supera incluso las imágenes virtuales presentadas en el anteproyecto arquitectónico. Se ha logrado igualmente tener una clara visión del espacio central que ocupará la mesa de altar, primordial para la celebración del culto, consiguiendo un concepto unitario de la Capilla.

El hermano mayor, Manuel González.

Funcionalmente la capilla mejora notablemente con la nueva puerta de acceso directo a la calle Nuestro Padre Jesús de las Penas, así como con la iluminación natural aportada por los óculos abiertos hacia dicha calle lateral. Se valora también de manera positiva el aprovechamiento del espacio ganado a la capilla, la ubicación de la tienda y el coro.

Respecto de la casa hermandad, resalta especialmente la iluminación y ventilación natural que aportan los patios abiertos hasta la planta primera, los nuevos espacios creados con la ampliación y la funcionalidad general de la casa, a la que se le han añadido los valores de una arquitectura más contemporánea y funcional.

La nueva escalera de la casa de hermandad.

El ascensor, de gran capacidad, abarca todas las plantas, incluida la de la nueva azotea, a nivel de la espadaña de la capilla, desde la que se pueden contemplar unas magníficas vistas de la Giralda y la Catedral, Torre Sevilla, así como de la calle san Jacinto y el puente de Triana.

Resultan también muy significativa la integración de las vitrinas en el diseño arquitectónico de la casa, para una acertada exposición del patrimonio artístico, "confirmando la idoneidad de las obras ejecutadas al concepto de casa hermandad".

En la planta superior se ha logrado una mayor funcionalidad del bar, al que se le ha dotado de una barra de obra y mayor espacio, mejorando significativamente el anteproyecto inicial. "En general se valora muy positivamente la relación conseguida entre los espacios cerrados y abiertos -patios, terrazas y azoteas-, creando unas estancias agradables de convivencia".

Cuota voluntaria

El coste de las obras realizadas por la hermandad ha tenido un importante incremento del coste incialmente previsto. Por ello, tras rechazar los hermanos una cuota extraordinaria con carácter general, la junta de gobierno ha decidido articular un mecanismo de colaboración a través de la entrega del formulario para así ayudar con los importantes gastos. La cuota procapilla que se propone es de 40 euros pagaderos en ocho recibos mensuales de 5 euros.