Se acerca la celebración de la fiesta más antigua de la ciudad de Sevilla: el Corpus Christi. Aunque perdió cierto auge y presencia en décadas pasadas, su crecimiento y revitalización es un hecho y cada año cientos de sevillanos acuden a la procesión para rendir pleitesía al Sacramento del Altar. En torno a este jueves festivo, uno de los que más reluce el sol, se convocan numerosos actos tradicionales o populares, con un significativo componente religioso: conciertos, concursos de altares y escaparates o rutas culturales.

Entre ese amplio programa de eventos se encuentra la procesión de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, que es trasladada desde San Julián hasta el altar levantado en la Plaza de San Francisco, lugar que ocupa desde 1965. Por tal motivo, la imagen ha sido recientemente ubicada en su paso procesional, bajo el característico baldaquino de Seco Velasco labrado en los años cincuenta del pasado siglo, y en el que vuelve a leerse su icónica inscripción: "Soy de Sevilla, patrona y bienhechora".

La Hiniesta Gloriosa en su paso procesional

Es más que conocida la vinculación de esta imagen y de la cofradía con el Ayuntamiento de la ciudad: en el año 1649, por iniciativa municipal, se saca en procesión a la Virgen de la Hiniesta Gloriosa y le dedica una octava en la catedral en agradecimiento por el fin de la epidemia de peste y se acuerda establecer un voto a perpetuidad de acción de gracias. Este voto se renueva todos los años por el alcalde de Sevilla en la función del 8 de septiembre.

La imagen es una talla de Castillo Lastrucci que sustituyó a la destruida en los años treinta

La imagen saldrá en procesión en la tarde del próximo jueves 7 de junio, y quedará situada en su altar cercana la medianoche del ya jueves de Corpus. Regresará a su barrio de San Julián el día 8, acompañada de hermanos, devotos y cofrades. Acompañará musicalmente la banda de música Municipal de Mairena del Alcor, que hace lo propio cada Domingo de Ramos tras la dolorosa. El año que viene la corporación celebrará actos especiales con motivo del cincuentenario de la coronación de la imagen gloriosa aquel 23 de mayo de 1974, cuando el alcalde Juan Fernández le entregó el bastón de alcaldesa de la ciudad.