La aplicación de la ley seca la próxima Madrugada sigue en negociación. El Ayuntamiento de Sevilla y los hosteleros mantienen rondas de encuentros para alcanzar el máximo acuerdo sobre las restricciones a aplicar en un jornada clave de la Semana Santa. A la ampliación horaria para que los bares abran hasta la 1:30 podrían sumarse en pocos días otros aspectos, como el tipo de negocio que podría permanecer abierto durante esas horas, siempre que cumplan una serie de condiciones que contribuyan a garantizar la máxima seguridad en el interior de los locales y, especialmente, en la calle.

Como ha adelantado este miércoles Diario de Sevilla, la hostelería podrá prestar servicio en la Madrugada del Viernes Santo hasta la 1:30, media hora más de lo fijado en 2022. A partir de ese momento entrará en vigor la ley seca. Es decir, tendrán que cerrar y los que continúen abiertos sólo podrán hacerlo con unas estrictas condiciones de funcionamiento, entre ellas, la prohibición de servir alcohol y contratar seguridad privada para evitar que los clientes salgan con vasos de cristal o cerámica a la calle.

Otros puntos que se negocian entre la Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores y la patronal hostelera es ampliar el número de establecimientos que en el entorno de la carrera oficial –donde se aplica dicha restricción– que puedan abrir. El alcalde Antonio Muñoz ya ha apuntado en algunas de sus declaraciones hacia esa dirección. Por ahora, sólo se permite abrir en la Madrugada a los restaurantes, un tipo de negocio al que podrían sumarse cafeterías, confiterías o puestos de calentitos, como ha apuntado el propio regidor. Se trata de servicios muy demandados por los ciudadanos que contemplan el paso de las cofradías por el centro de la ciudad a esas horas. No podrán servir, en ningún caso, alcohol.

También se va a constituir una mesa de diálogo para que entre el Ayuntamiento y la patronal se evalúe el funcionamiento de las medidas durante la Semana Santa y el cumplimiento por parte del sector. En el resto de jornadas, sólo estará prohibido el consumo de bebidas en vasos de cristal en las calles por las que pasen cofradías desde una hora antes de que llegue la cruz de guía, momento en el que los bares habrán de retirar los veladores.