Los jóvenes de la Asunción de Cantillana peregrinan hasta San Francisco Javier en Navarra

Los jóvenes de la Hermandad de la Asunción de Cantillana han peregrinado por tercer año consecutivo en verano. En esta ocasión lo han hecho hasta San Francisco Javier, en Navarra. Un trayecto en el que no han faltado las visitas a la Virgen del Pilar, en Zaragoza, así como a aquellos pueblos de esta comunidad foral donde se venera a la Virgen en el misterio de su Asunción. Un viaje que tuvo como final la parroquia de San Lorenzo, en Pamplona, donde se encuentra entronizado San Fermín. En dicho templo se ha entregado un lienzo de la Titular de la corporación cantilanera.

El primer día comenzó a las plantas de la Asunción Gloriosa, en Cantillana. Desde este municipio de la Vega sevillana partió la expedición de madrugada para llegar por la mañana a la capital maña, donde se oró ante la Virgen del Pilar. La jornada concluyó en el Seminario Redemptoris Mater, en Pampona, que ha servido de alojamiento de los jóvenes asuncionistas.

El segundo día tuvo lugar la peregrinación desde Sagüenza a Javier, lugar de nacimiento del santo jesuita, donde se celebró una misa y se visitó el castillo. La comitiva se desplazó luego a Caseda, cuya parroquia tiene como titular a la Asunción. Allí se cantó el himno asuncionista que se escucha cada 15 de agosto en la calle Martín Rey y pone el broche de oro al Día de la Subida. También se visitó el monasterio de Leyre.

Durante el tercer día los jóvenes peregrinaron al santuario de Santa María de Ujue, de gran devoción en la Baja Navarra. Tras visitarlo, se desplazaron hasta Tafalla, donde recorrieron sus calles cantando sevillanas asuncionistas. En la parroquia de Santa María de la Asunción fueron recibidos por los Auroros, quienes cantan las coplas que tradicionalmente se entonan cada 15 de agosto. Fueron quienes entregaron dos pañuelos y un rosario de la Virgen de Ujue como regalo a la hermandad cantillanera.

El último día se celebró una eucaristía en la capilla de San Fermín, en la parroquia de San Lorenzo, en Pamplona. En el ofertorio de la misa, se entregó un cuadro de gran tamaño de la Asunción de Cantillana, que reproduce la pintura que realizó Isabel Sola Márquez, la cual preside el Simpecado de los Devotos, confeccionado por las Hermanas Rama en 2021.

Como no podía ser de otra forma, el oficio religioso concluyó con el canto del himno asuncionista, prólogo de lo que se vivirá en menos de un mes en las calles de Cantillana.

Una peregrinación que tiene lugar en un año muy especial, el del 75 aniversario de la proclamación del dogma de la Asunción.