A día de hoy no se entendería la cofradía de San Bernardo sin su personalísimo paso de crucificado, tallado por José Gil y presidido por la conmovedora imagen del Cristo de la Salud. En cambio, y como hemos insistido en otras ocasiones, todo lo que vemos en la Semana Santa sevillana no siempre ha sido así. El actual crucificado de la Salud tan "solo" lleva 85 años siendo titular de esta cofradía, en comparación con su dilatada historia en el arrabal. 

En el año 1662 se erige en la ciudad de Sevilla la primera Escuela de Cristo, una institución de origen italiano fundada en Madrid años antes, cuyo objeto era potenciar la espiritualidad y la oración. Esta primera Escuela toma como sede el Hospital del Espíritu Santo, situado primitivamente en la calle Colcheros, actual Tetuán. Sus hermanos encargan en 1669 la ejecución de un crucificado para que presidiera su mesa de reuniones, como era costumbre. A estos efectos, un autor desconocido labra la portentosa imagen del hoy Cristo de la Salud, titular de la Hermandad de San Bernardo. El motivo de su encargo manifiesta y revela el tratamiento anatómico de la imagen: una espalda abocetada y plana en contraposición con un frontal más virtuoso y detallado, con objeto de presidir un retablo y no para procesionar. Además, su tamaño, algo menor que el habitual, también apoya esta tesis. 

El Cristo de la Salud de San Bernardo

Posteriormente, se fundaron en otros puntos de la ciudad otras Escuelas de Cristo, ya que el numerus clausus establecido para pertenecer a ella limitaba el ingreso de nuevos hermanos. San Hermenegildo o el Convento de la Paz, hoy sede de la Mortaja, se establecieron como puntos fundacionales o de paso de estas Escuelas, que acabarían desapareciendo a mediados del siglo XIX. La que nos ocupa, la originaria del Hospital del Espíritu Santo, radicó en el Convento de la Paz. Al extinguirse, su parte de su patrimonio quedó depositado en la única superviviente de nuestros días: la Escuela de Cristo de Santa Cruz, fundada en el siglo XVIII y ubicada a espaldas de dicho templo, en la calle Ximénez de Enciso. 

Entrada al Oratorio de la Escuela de Cristo

Los infortunados sucesos de la Guerra Civil, y la destrucción del primitivo Cristo de la Salud, obligaron a los cofrades de San Bernardo a buscar una nueva imagen titular. El Cardenal Segura concedió el traslado de la talla del crucificado de la Escuela de Cristo (que apenas llevaba una década en Santa Cruz tras haber sido trasladado desde la Paz) a su nuevo emplazamiento: el barrio de San Bernardo. Fue en enero de 1938, en piadoso Vía Crucis. Desde entonces, las generaciones del arrabal no conocen otro Cristo y en Él depositan sus plegarias y pensamientos, sus oraciones y sus desvelos, su vida y su eternidad.