El Palquillo

Un popurrí de marchas entre lo clásico y lo moderno de Pasión de Linares

El misterio del Carmen pasa por la Plaza del Salvador

El misterio del Carmen pasa por la Plaza del Salvador / Saúl López

Los que, por previsión o circunstancias inesperadas, se citaron en la Plaza del Salvador el pasado Miércoles Santo abrigaron la fortuna de recorrer, en cuestión de minutos, buena parte de la historia procesional en el género de las agrupaciones musicales. Alrededor de las ocho de la tarde, y estrenando itinerario a raíz de la reforma de la jornada y tras otros acuerdos posteriores, la cruz de guía de la Hermandad del Carmen alcanzaba este punto céntrico de la ciudad arropada por decenas de cofrades. La corporación crece y crece, en nómina y en nazarenos, a raíz de su sabia adaptación a los nuevos tiempos que vive la Semana Santa. 

A su llegada al Salvador, y casi desde la esquina de Villegas, la agrupación musical de la Pasión de Linares, que comparecía por segunda vez tras el Señor de la Paz en este 2023, interpretó una pieza de marchas concatenadas -un popurrí- que sorprendió a propios y extraños, si bien esta composición ya ha sonado en otros puntos de Andalucía. En total, esta obra la incluyen siete marchas diferentes, en una conjunción de melodías propias de esta formación y otras melodías imperecederas del género: La Saeta, Triunfo en tu Santa Cruz, Sangre en tus Clavos, Mi Cristo de Bronce, Orando en Montesión, Alma de Dios, Señor de los Gitanos para finalmente cerrar, de nuevo, con La Saeta.

Esta pieza se interpretó tras el misterio del Señor de las Penas de Córdoba, con motivo de la magna celebrada en el año 2019. Casi doce minutos de música ininterrumpida, de ejecución impecable -está considerada como una de las más completas formaciones del panorama andaluz- que se cerraron con la ovación del respetable. 

El popurrí de Bienve 

No fue la única sorpresa de la formación linarense este año. El Lunes Santo, durante el transcurso del Cautivo del Tiro de Línea por la Plaza de la Campana, la banda quiso firmar un detalle que les ennoblece -en connivencia con la hermandad, por supuesto-: se interpretó otro popurrí de marchas en este caso debidas al ingenio de Bienvenido Puelles Oliver, malogrado compositor que falleció hace ya casi un año. Sonaron las siguientes marchas: Cristo del Soberano Poder, Virgen de la Salud, ¡Y tú, Estrella!, Macarena, Un cielo para mi Virgen, Esa espina de tu cara, Mi Cristo de recogía, Noche de Lunes Santo, Réquiem, y Hasta siempre, Soberano.

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