En la noche del pasado viernes quedó inaugurada en el Círculo Mercantil e Industrial la exposición GRANDE. La procesión general del Santo Entierro, ayer y hoy, enmarcada en el ciclo Círculo de Pasión. Tomando como referente la procesión celebrada en 1948, en la que se conmemoraba el VII centenario de la conquista de la Ciudad por San Fernando y que sirve como renacimiento de la Hermandad actual tras el conflicto bélico, la muestra presenta la peculiaridad de la Semana Santa y la estética de los pasos procesionales, enfocándose en aquellas hermandades que participaron en la procesión de la década de los cuarenta y las quince hermandades que participan en este 2023. 

En esta exposición, comisariada por Adelardo Martín de la Vega, los cofrades podrán reencontrarse con varias piezas de altísimo valor histórico-artístico que, en algún momento, formaron parte indisoluble de la Semana Santa de Sevilla, varias de ellas durante siglos. De cada hermandad se aportan una serie de obras antiguas que crean un ambiente de convivencia entre el pasado y el presente, conjugando el paso del tiempo y ofreciendo información acerca de las diferentes configuraciones de los pasos participantes. 

El "mirabalcones" en la exposición GRANDE

Nos llama especialmente la atención la presencia de una imagen que, en su tiempo, fue muy aclamada y querida por los cofrades sevillanos. El síntoma inequívoco de identificación de un pueblo con algún elemento es la catalogación a través de un sobrenombre o apodo cariñoso. Es el caso del "mirabalcones", como así se le conocía en la ciudad al Cirineo de la Hermandad de Pasión. La cabeza y las manos de esta imagen fueron adquiridas por la Archicofradía en 1844 a la antigua Casa Profesa de los Jesuitas, hoy iglesia de la Anunciación, para emplearlo como Simón de Cirene. 

El "mirabalcones" fue utilizado por la hermandad durante casi un siglo, hasta 1951, que fue vendido a la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, concretamente a la Hermandad de Jesús Nazareno. por aquel entonces, la hermandad de Pasión ya había concertado con Sebastián Santos la hechura de un nuevo cirineo, que hoy no procesiona. El apodo de este Cirineo viene dado, sencillamente, por la postura de su cabeza mirando hacia arriba, lo que permitía un contacto directo de la imagen con los cofrades apostados en balcones y azoteas. 

Imagen del "mirabalcones" en el Círculo Mercantil

Por desgracia, dicha inclinación se ha perdido al habérsele cambiado el cuerpo, pero conserva la cabeza original. En ella observamos las características del primer barroco en la escuela sevillana de escultura. Detallismo del cabello, la barba con pequeños mechones, los ojos almendrados... Y, sobre todo, las orejas, muy semejantes a otras obras de Martínez Montañés o Juan de Mesa, lo que nos hace indicar que esta imagen pudo salir del taller de estos dos artistas. Una ocasión fantástica para descubrir más sobre la dilatada y riquísima historia de nuestras hermandades y cofradías.