Retahílas

Dos cofrades del Martes Santo se inventaron un santo martes

  • Los Genoveses es una tertulia que comenzó de manera informal y lleva ya quince ediciones

  • Este año apoyan a la entidad ‘Costaleros para un Cristo Vivo’, fundada por el padre Leonardo Castillo

  • Un día grande en la calle Los Benítez

El padre Leonardo durante un homenaje en Cazalla de la Sierra.

El padre Leonardo durante un homenaje en Cazalla de la Sierra. / José Ángel García

Dos cofrades del Martes Santo, Ricardo Laguillo, de Santa Cruz, y Carlos Herrera, de la Candelaria, se inventaron este santo martes que casi dos décadas después ya es una arraigada tradición llamada Tertulia Los Genoveses. Han mantenido desde el principio la misma sede, la Antigua Abacería de San Lorenzo abierta por Ramón López de Tejada el 12 de diciembre de 1995. Dos aniversarios femeninos: primer año del mandato de Soledad Becerril como alcaldesa de Sevilla, aniversario del nacimiento de Gustave Flaubert, el padre literario de Madame Bovary.

Como en tantas cosas, a la crisis le sucedió una catarsis. Empezaron en 2007. La décimo quinta edición excluye los dos años de pandemia. "El primer año todo terminó con una gran borrachería”, dice Ricardo Laguillo. Su particular estación de penitencia fue sublimar esa exaltación de la amistad en amor fraterno. “A partir del año siguiente, le damos una finalidad benéfica. Este año es para Costaleros de un Cristo Vivo, la fundación creada por el padre Leonardo Castillo".

En representación de esta fundación, fue invitado su presidente, Florencio Gutiérrez Moreno, que tomó el testigo del periodista Manuel Ramírez Fernández de Córdoba y a la muerte de éste de su viuda, Concha Mejías, que desde el mes pasado tiene una plaza con su nombre en Constantina.

La idea inicial era llegar a 33 miembros, como la edad de Cristo, "pero ya somos más de cuarenta". Lo de Genoveses es una broma por cierta afinidad de los tertulianos con la calle Génova, donde se encuentra la sede madrileña del Partido Popular. "Pero aquí todos somos del mundo de las hermandades, que siempre han estado fuera de la política", dice Laguillo. No ocultan sus simpatías. Un año entró por teléfono Mariano Rajoy, que envió a su secretaria a la pitanza cofrade. Otro año estuvo Adolfo Suárez Illana, hijo del presidente del Gobierno y miembro destacado hasta hace bien poco de la mesa del Congreso. Este año uno de los invitados ha sido José Luis Sanz, candidato del PP a la alcaldía de Sevilla, que fue alcalde de Tomares y se ha pasado por su Feria del Libro, la más madrugadora de España, como la de Mairena del Alcor con el albero.

Los martes cierra la Abacería y sólo abre para los Genoveses. Se entra por la casapuerta, homenaje al congreso gaditano de la Lengua. En la esquina de Marqués de la Mina con Teodosio, donde estuvo la histórica sede provincial del Partido Comunista de España. Hay cuatro bisnietos de José Laguillo, el periodista que dirigió El Liberal y tiene calle de la Ronda hasta Santa Justa. Tres bisnietos biológicos: Ignacio, Jesús y Ricardo. Y otro consorte, Luis Miguel Martín Rubio, casado con Mercedes Laguillo. "Cuando di el Pregón Íntimo de Sevilla en el Colegio La Salle de la calle San Luis, me presentó Ricardo Laguillo, que dijo: con ustedes, el marido de mi prima". Cuando Ramón abrió la Abacería, Martín Rubio (Luismi) era delegado de Seguridad en el Ayuntamiento que presidía Soledad Becerril.

En Los Genoveses, el Laguillo consorte juega un papel fundamental. Con atuendo de cocinero de estirpe, prepara el plato estrella de la reunión, unas papas con alcauciles "con la ayuda de Gracia, mi pinche". Un plato con el que ganó el concurso de guisos y arroces de la Orden de Malta. "El secreto está en el amontillado. Don Zoilo, un William Humbert de las bodegas de Jerez". Otra de sus especialidades es una variante autóctona de la fideuá, "fideos con caballas regados con manzanilla de Sanlúcar".

Genoveses. "Natural de Génova", dice la primera acepción del diccionario. "Banquero en los siglos XVI y XVII", se lee en la tercera. Carlos Herrera lo tiene claro. "Por eso la calle Génova estaba al lado de la Catedral. Los genoveses son los que le dan el dinero a los Reyes Católicos para financiar los viajes de Colón". Que también era genovés, como cantaba La Trinca. Al que encarnó Andrés Pajares en la película dirigida por Mariano Ozores. Unos genoveses que dejaron en Sevilla apellidos fundamentales, como Pinelo, familia unida a las sedes de las Academias, o Vicentelo de Leca, segundo apellido de Miguel Mañara.

La foto del cartel de este año es obra de Manuel Agüera, fotógrafo y miembro de la tertulia. Una imagen de Santa Cruz. Están representados todos los días de la Semana Santa y algunas de sus músicas (Manolo Marvizón) o de sus crónicas (José Manuel Peña). Dicen que tiene mucho peso san Bernardo y entre los miembros está Fermín Vázquez, hermano mayor del Santo Entierro, que este año es superlativo. Carlos Herrera empezó su programa a las seis de la mañana y está fresco como un marqués… de la Mina.

Imperial como Teodosio. Recuerda dos viajes colombinos o genoveses. En 1992, el año de la Expo, el Barcelona le ganó a la Sampdoria en Wembley la final de la Copa de Europa con el gol de Koeman a Gianluca Pagliuca. “El partido lo vi en casa de mi amigo Anacleto en Pozuelo de Alarcón. Anacleto Rodríguez Moyano, mi mano derecha entonces en Cope”. En Génova diseñó Guillermo Vázquez Consuegra un Museo del Mar. “Por Génova he ido de paso en un viaje de fin de curso camino del Vaticano. Con los Maristas de Mataró”, dice Herrera.

Las papas con alcauciles aromatizan la estancia. Van llegando nuevos genoveses. Florencio Gutiérrez Moreno, de la Fundación Leonardo Castillo, departe con unos y otros. Habla con entusiasmo del legado de este cura, gaditano de Algar, “padre Festivales, capaz ladrillo a ladrillo de levantar un instituto para crear empleo en la Sierra Norte; estamos recabando documentación para su causa de beatificación”. Con el torero Eduardo Dávila Miura compartiendo el timón de la fundación, ésta tiene tres patas esenciales: los necesitados en general; los presos, “que dentro de la cárcel pusieron una calle con el nombre Avenida de la Libertad Padre Leonardo Castillo”; y las peregrinaciones a Lourdes, que ya van por su edición 37, “además de campañas solidarias en Kenya, Perú o Malawi”.

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