Gonzalo Pérez de Ayala. Hermano mayor electo del Valle

“Tenemos que saber cuáles son nuestros derechos en la Anunciación”

  • La próxima semana tomará posesión la nueva junta de gobierno de la corporación del Jueves Santo, que se enfrentará a la restauración del templo propiedad de la Universidad de Sevilla.

Gonzalo Pérez de Ayala en su despacho profesional.

Gonzalo Pérez de Ayala en su despacho profesional. / José Ángel García

Por tan sólo siete votos de diferencia Gonzalo Pérez de Ayala se ha convertido en el nuevo hermano mayor del Valle en una elecciones en las que participaron casi mil hermanos. Este abogado de 48 años, casado y padre de dos hijos, tiene ante sí la misión de devolver la concordia a una hermandad que en los últimos años ha vivido etapas convulsas. Se plantea como prioridad la adquisición de una casa de hermandad en la que poder desarrollar todo tipo de actividades y, anuncia un estudio jurídico para saber qué derechos ostenta la corporación en la Anunciación.

¿Cuál es la situación de la hermandad?

Siempre diferencio la hermandad de la cofradía, que es muy digna y tiene su sello. Tenemos un déficit importante en la participación de los hermanos. Tienen un cierto desapego. Ello nos está llevando a que el hermano se retire de la hermandad y de su convivencia diaria. Para encontrar la unión lo primero que hay que procurar es que vuelvan con plena confianza. Con esa participación conseguiremos que se unan. Habrá una gestión más eficaz y transparente. Podremos un área privada en la web para que estén al día de la que acontezca. Con todo ello acercaremos la hermandad a los hermanos, especialmente a los que están fuera. De este modo les podremos hacer partícipes de decisiones de trascendencia. El aspecto económico es muy relevante porque hay que transmitir una plena confianza y eficacia en la gestión de los recursos. Hay que ser muy escrupulosos.

¿Cómo se puede reconducir la fractura existente?

Ha habido, y existe todavía, el problema de la apropiación indebida por parte del ex mayordomo. Eso está en el Juzgado, que es donde se deben dilucidar estas cuestiones. La junta anterior pretendía que se investigara en la propia hermandad, lo que era una barbaridad porque iba a dañarla aún más. No podíamos ser fiscales y policías. Esas decisiones dañaron a la hermandad. Por suerte, un cabildo general decidió que se acudiera al Juzgado, que es el que tiene los medios adecuados. La juez ha prorrogado seis meses más la instrucción. La hermandad está personada. Todo eso llevó a momentos de tensión que evidenciaron una división en la forma de entender la gestión de la hermandad y de tomar esas decisiones de trascendencia. Hay dos posturas diferentes, pero no son bloques. Después se han tomado otras decisiones de relevancia, que ciertamente se han adoptado de prisa y corriendo al final del mandato, como la restauración del palio, donde exactamente no eran los mismos bloques. 

La junta de gobierno actuó de una manera muy desafortunada en el caso del desfalco

¿Cómo califica el proceder de la junta de gobierno en el caso del desfalco?

Ha habido decisiones muy desacertadas. El desfalco es un problema de toda la hermandad. Se trata de una situación muy desagradable. Según el perito judicial las cantidades van ya por más de 200.000 euros. El problema en sí no produce la división. Las personas cuando tenemos problemas tendemos a unirnos. El problema es que la junta de gobierno actuó de una manera muy desafortunada. Nos planteó en un cabildo general un órdago. El cabildo se decantó por ir por la vía penal, desautorizando al hermano mayor. Se provocaron momentos de tensión que sí dañaron la vida de hermandad. Se dañó a la hermandad por eso. Se dio pábulo a rumores y conjeturas que debieron zanjarse de manera rápida y concisa. Por suerte eso ya está en el Juzgado. El mensaje ahora es que hay mirar hacia adelante con ilusión.

El hermano mayor electo del Valle durante la entrevista. El hermano mayor electo del Valle durante la entrevista.

El hermano mayor electo del Valle durante la entrevista. / José Ángel García

¿Qué objetivos se marca para su mandato?

Mayor apertura y participación. Eso está muy bien pero hay que bajar a la arena. Hay iniciativas de mucha importancia. Alguna de mucha relevancia, como la casa de hermandad. No tenemos. Es necesaria como un medio para llegar a los fines que nos marcamos. Que podamos tener una actividad como hermandad en condiciones. Las actuales dependencias no cumplen los requisitos mínimos. Y si hablamos de conservación y mantenimiento de enseres ya es un disparate. Es una prioridad para nosotros. Luego modernizaremos la gestión económica. En secretaría habrá más comunicación con los hermanos. En formación pondremos en marcha unos cursos para la iniciación a la estación de penitencia. En caridad habrá un separación absoluta de los fondos. Fomentaremos la participación de los jóvenes. Pondremos en marcha un proyecto para acompañar a los mayores a la hermandad. Vamos a recuperar la misa de hermandad todos los jueves del año. Cuando haya toda esta participación se removerán los obstáculos que puedan provocar rencillas o desapegos. En el roce está el cariño.

¿Cuál será su primera decisión?

Lo primero será completar la junta de gobierno con auxiliares en las distintas diputaciones para que se pongan a trabajar, pero sobre todo se centrará en las áreas de secretaría y mayordomía. 

¿Cómo es la relación con la Universidad de Sevilla, propietaria de la iglesia de la Anunciación?

Hasta donde yo sé es correcta. Eso sí, parece que en determinadas cuestiones no hay claridad. Tenemos noticias de que hay un proyecto de restauración. Por el importe, 4,5 millones y las administraciones implicadas, va a ser de importancia. Conllevará una salida de la hermandad que se me antoja temporal. Pero con estas cosas hay que tener cuidado, sobre todo cuando está la administración por medio, para que lo que es temporal no se convierta en definitivo. Y que una vez que se hayan invertido 4,5 millones de euros de dinero público en la iglesia no nos encontremos con que finalmente el destino sea una sala de conferencias, de exposiciones, conciertos, o usos múltiples de la Universidad... Si la salida es temporal queremos que se sepa y tener una seguridad. Y si es definitiva, que sepamos cuáles son nuestros derechos en la iglesia de la Anunciación . Habrá que hacer un estudio jurídico profundo y riguroso sobre nuestros derechos en el templo. Lógicamente cuando ves al casero moverse tienes que saber qué derechos tienes para ejercerlos en el caso de que llegue el momento. No es adelantarnos ni precipitarnos, es una posición de rigurosidad. Debemos conocer nuestros derechos para ejercerlos y que sean respetados. Con la Universidad nuestro planteamiento es de plena colaboración. La Universidad debe reconocer que gracias a que el Valle lleva allí 50 años la iglesia está como está. Necesita una restauración pero no se ha caído. La hermandad ha contribuido en su conservación y la ha mejorado.

Deberíamos regresar el Jueves Santo con más premura. No somos de la Madrugada

¿El desapego del que hablaba puede estar motivado por esa situación de acogida?

El Valle ha sido una hermandad itinerante en su historia, pero ya son 50 años en la Anunciación. Estamos muy identificados en el entorno de la Encarnación. En ese sentido no hay desapego que se transmita al hermano. La Anunciación es una sede magnífica siempre que vaya acompañada de una casa de hermandad.

¿Está conforme con la restauración del palio?

Sí. El palio necesita una restauración. El cabildo general lo aprobó. Se presentaron varias propuestas, es verdad que fue muy precipitado. No se esperó, pero ejemplo, el presupuesto de Santa Bárbara. El IAPH, con el que vamos de la mano, ha hecho un nuevo estudio del que dará traslado en breve. Es un proyecto de la hermandad y se va a ejecutar. Está el bordador aprobado, el presupuesto aprobado... salvo que el IAPH de nuevos datos se hará como está previsto.

¿Se seguirá apostando por artistas contemporáneos de relevancia para el Paño de la Verónica?

No creo que se haya instaurado esa política. Sí que el último año, sobre todo, ha sido una apuesta llamativa. Hay una comisión que va a seguir trabajando. No es intención cambiar el sistema. Personalmente entiendo que el paño cumple una función. Va en un entorno con una estética determinada. No debemos perder de vista dónde se pone, qué significa y para qué lo utilizamos. Evangelizar con algo que no todos entiendan es complicado, porque tenemos más que a ver el rostro del Señor a hacer chistes. Eso como opinión personal. La comisión está para unir distintas sensibilidades.

La casa de hermandad es un medio necesario para llegar a los fines que nos marcamos

¿Necesita el Jueves Santo alguna reforma? Sobre todo con una Madrugada que cada vez se adelanta más.

–El Jueves Santo no es una jornada conflictiva. Es cómodo, hay una excelente relación entre las cofradías. El problema lo tiene la Madrugada, que no nos puede complicar. Tampoco podemos pretender nosotros ser Madrugada. En lo que afecta al Valle, no podemos estar convirtiendo la finalización de la estación de penitencia en algo de la Madrugada. Nos demoramos y la entrada es ya una parte de la Madrugada. Somos una cofradía de la tarde y noche del Jueves Santo. Deberíamos estar en nuestra iglesia con más premura y regresar de manera más diligente. No hay en principio un planteamiento para cambiar el recorrido. Sí existe algún proyecto para estudiar el regreso por el Salvador y Cuna. Eso implicaría muchas conversaciones con otras hermandades, como Pasión. Pero no es algo prioritario.

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