2024 será un año de excepción en la Lonja de la Universidad. Su cofradía, la Hermandad de los Estudiantes, cumple cien años de vida y lo celebrará tal y como merece la ocasión. Palacio ha autorizado, a través de D. Miguel Vázquez Lombo, los actos extraordinarios de culto externo propuestos por la Junta de Gobierno de la corporación para conmemorar esta efeméride. 

De este modo, el Consejo Episcopal ha autorizado los siguientes actos:

• La celebración del 27 de febrero al 3 de marzo del Quinario al Cristo de la Buena Muerte en la Santa Iglesia Catedral, en recuerdo de los años (de 1972 a 1982) en que la Hermandad celebró los cultos del Quinario en el primer templo metropolitano.
• Celebración del 13 al 17 de noviembre de un Triduo de acción de gracias y una solemne función conmemorativa en la iglesia de la Anunciación, sede fundacional de la Hermandad.

A través de un comunicado de prensa, la corporación informa que "todos los detalles de los traslados de las Sagradas Imágenes así como del resto del programa conmemorativo se darán a conocer en una presentación oficial de los actos del centenario fundacional en el mes de septiembre". Hasta el momento, se desconoce con exactitud cómo se dispondrán estos cultos, qué grado de participación asumirán las imágenes y de qué modo serán trasladadas. Sí ha manifestado la corporación en alguna ocasión, en boca de su hermano mayor Jesús Resa, que el propósito es estrenar en este centenario el nuevo paso procesional del Cristo de la Buena Muerte. 

La fundación

La fundación de la Hermandad de Los Estudiantes se remonta al año 1924 cuando un grupo de profesores y alumnos de la Universidad de Sevilla, unidos por el común deseo de dar vida a una hermandad de penitencia, decidieron formar una asociación destinada al culto público a Jesucristo y a su Santísima Madre bajo las advocaciones del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Angustia transmitiendo esa devoción en el seno de la hermandad a las generaciones futuras para mayor gloria de Dios.

El Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Angustia en la Anunciación

Desde la fundación de esta hermandad, "el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Angustia se han erigido en símbolo y expresión de los sentimientos católicos de sucesivas generaciones de estudiantes sevillanos, que forman cada año en crecido número en su silente cuerpo de nazarenos. La devoción y el fervor que ambas imágenes inspiran han convertido a esta corporación en vivo y eficaz instrumento de la Iglesia en medio de la Universidad y en baluarte de la piedad popular al servicio de la evangelización de los jóvenes universitarios", apunta la corporación.