La simbología de la Semana Santa de Sevilla: ¿Reconoces este llamador?

Sevilla/Entre la multitud de detalles que embellecen los pasos de la Semana Santa de Sevilla, hay elementos que en ocasiones pasan desapercibidos pero esconden verdaderas simbologías, y recogen un gran conexión con la ciudad.
El llamador, pieza indispensable para la cuadrilla de costaleros, es una elemento fundamental, ya el instrumento con el que los capataces indican a los costaleros el moemento para comenzar a andar, o para "arriar" el paso.
En este caso, más allá de su función práctica, se convierte en un símbolo cargado de historia y orgullo.
Una original forma
Se trata del llamador del paso de Nuestro Padre Jesús de la Victoria, de la Hermandad de la Paz, que sorprende por su original forma: un puente de la Plaza de España.
El llamador de Jesús de la Victoria reproduce uno de los característicos puentes cerámicos que cruzan el canal central de la Plaza de España, uno de los lugares más emblemáticos y fotografiados de la capital andaluza.
En metal dorado, es obra del taller de orfebrería andaluza Manolo de los Ríos, en el año 2006.
La elección de este diseño no es casual. La Hermandad de la Paz, con sede en la Parroquia de San Sebastián, está profundamente arraigada en el barrio del Porvenir, muy próximo a la Plaza de España y al Parque de María Luisa.
Fue precisamente con la intención de rendir homenaje al entorno que la vio nacer y crecer que se encargó este llamador tan singular, estrenado hace ya dos décadas, que hoy se ha convertido en uno de los más reconocibles y fotografiados de toda la Semana Santa.
Inaugura la Semana Santa
Cada Domingo de Ramos, al inicio de la jornada, el paso de Nuestro Padre Jesús de la Victoria abre la Semana Santa con elegancia y una estética cuidada hasta el mínimo detalle.
El llamador en forma de puente no solo es un guiño a la arquitectura regionalista de Aníbal González, sino también una declaración de amor a Sevilla y a su identidad, y a la propia hermandad que pasa por el Parque de María Luisa y por la Plaza de España cada Domingo de Ramos.
Muchos sevillanos y visitantes pasan junto al paso sin reparar en ese pequeño detalle, pero quienes lo descubren quedan sorprendidos por la delicadeza de su diseño. El trabajo en metal reproduce los detalles de la cerámica y los barrotes del puente con gran fidelidad, demostrando la maestría de los orfebres sevillanos.
Este tipo de elementos reafirman la estrecha relación entre la imaginería, el arte sacro y el urbanismo sevillano.
La Semana Santa no solo es una manifestación de fe, sino también un escaparate de la propia ciudad.
De este modo, hay que entrenar bien la vista de detalle, para descubrir el Domingo de Ramos de 2026 este elemento junto al respiradero: un puente del fervor que es historia viva del Porvenir y de Sevilla.
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