Arranca el mes de septiembre en las cofradías y, por ende, regresa paulatinamente la actividad y la preparación de un nuevo curso. Las noticias, cultos y actividades se complementan estos días con la renovación de diferentes estampas y la estética de nuestros titulares. Es el caso de la Virgen de la Estrella, que como otras imágenes ha sido cambiada de vestimenta para el tiempo ordinario. La dolorosa trianera luce desde este viernes su antigua corona de salida, obra de Jesús Domínguez, que recientemente ha sido sometida a un proceso de limpieza y mantenimiento. Porta manto torero, saya azul prusia y toca de encaje francés. Además, la imagen estrena un tocado de aplicación de Bruselas y pañuelo bordado en oro, donados por un grupo de devotos. 

La Virgen de la Estrella

Sin embargo, entre las diferentes joyas que luce la imagen, una de ellas destaca en especial por su significado y su carácter novedoso. En concreto, en la caída del citado tocado, se observa una medalla que reproduce la figura de la Virgen de la Victoria, la patrona de la vecina ciudad de Málaga, que celebra su festividad el próximo 8 de septiembre. La tradición cuenta que la primitiva efigie fue un regalo del emperador Maximiliano I (padre de Felipe I), y a ella se encomendó Fernando el Católico para lograr la conquista de Málaga, una de las más duras de todo el proceso y clave por su posición estratégica y cercanía con el reino de Granada. Gracias a la intercesión de la Virgen, las tropas lograron ganar la ciudad costasoleña y levantó una capilla justo donde estaba ubicado el asentamiento militar. 

La medalla de la Virgen de la Victoria entre las manos de la Estrella

Obrado el milagro, Maximiliano envió desde Flandes a Málaga dos naves más entre las que navegaba, como excepcional tripulante, la actual Virgen de la Victoria, fechada en el siglo XV y de ligeros rasgos norteuropeos: piel clara y cabellos castaños, cerca del rubio. El 12 de diciembre de 1867 el Papa Pio IX otorga a través de un breve el patronazgo sobre la ciudad de Málaga. Además, como curiosidad, en el convento de la Victoria de los Mínimos de San Francisco de Paula de Triana, allá por 1560, se funda una hermandad de luz bajo el patrocinio de Nuestra Señora de la Estrella. El convento matriz o madre de los Mínimos está en Málaga, que fue fundado precisamente tras la conquista de la hermandad, tomando como titular a la Virgen de la Victoria. 

Un gesto, el de la hermandad de la Estrella, cargado de fraternidad y comunión entre ambas ciudades, unidas inevitablemente por la navegación y la devoción a la Virgen María. 

Así luce la Estrella para este mes de septiembre, vestida por Leandro González