No se escucharán proclamas ni se verán banderines ondeando por las calles en este 1 de mayo atípico. La pandemia del coronavirus también le roba a los trabajadores la oportunidad de salir en su día a clamar por sus derechos en una época de Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) y despidos. 

Sevilla amanece soleada y rozará los 30 grados en una jornada que, cualquier otro año, hubiera sido de playa o campo, de baños o barbacoas, de reuniones con familiares y amigos, de celebración. El preludio de lo que trae consigo el asueto veraniego. Hoy, nada de eso es posible. La ciudad se blinda con una nueva operación jaula para evitar escapadas a las segundas residencias. La seguridad se refuerza con controles de tráfico que impiden el libre movimiento de la población hacia Huelva, Cádiz o Málaga, destinos típicos para esta festividad.

Pero las reivindicaciones tendrán su hueco este Día Internacional del Trabajo. Desde casa y frente a sus ordenadores, el mundo obrero podrá visibilizarse virtualmente. CCOO y UGT convocan movilizaciones desde los perfiles de sus redes sociales para reconocer "la labor del trabajador en esta crisis sanitaria".

Bajo las consignas #YoSoyPrimeroDeMayo y #OtroModeloSocialEsNecesario los trabajadores alzarán su voz para demandar mejoras laborales y exigir que sus derechos no se vean mermados por las consecuencias económicas del coronavirus. Así, a las 13:30 está prevista la celebración de una manifestación online y, a las 17:00, artistas como Efecto Mariposa, Nacho Campillo y Rozalén, entre otros, ofrecerán un concierto para disfrutar de esta jornada reivindicativa con la que se espera contribuir a una salida reforzada de esta crisis.

Este día los aplausos a los sanitarios cobrarán un cariz especial, valorándose aún más si cabe la abnegación de estos profesionales más que dedicados que, con una entrega indiscutible, se desviven cada día para superar la dura prueba a la que los está sometiendo diariamente esta cruel pandemia.