Un conductor de Tussam se desvanece y el autobús choca contra un camión y 12 coches en Nervión

Al menos 12 personas han resultado heridas en Sevilla este martes, 23 de diciembre, en un accidente de tráfico ocurrido en la avenida José María Moreno Galván, muy cerca del cruce con la avenida de Luis Montoto, en el barrio de Nervión. En el siniestro se han visto implicados un autobús de Tussam, un camión de reparto de agua y 12 turismos más que se han visto afectados.

El impacto ha terminado con el autobús empotrado contra una peluquería. Fuentes policiales han señalado todos los lesionados son de carácter leve. Aunque el balance inicial hablaba de al menos veinte heridos, finalmente la Policía Local ha reducido esa cifra a 12 personas. Por su parte, el servicio de emergencias 112 sólo da cuatro personas heridas, aunque admite que han sido atendidas varias más por los sanitarios desplazados al lugar.

Las primeras hipótesis apuntan a que el autobús de Tussam habría invadido el carril contrario. Se trata de un autobús de la línea 21, que cubre el trayecto entre el polígono de San Pablo y Plaza de Armas. El vehículo venía de la estación de Santa Justa por Juan Antonio Cavestany y tendría que haber girado a la derecha en Luis Montoto, para continuar hacia la Florida e incorporarse después a la Ronda hacia Menéndez y Pelayo. Sin embargo, el autobús siguió de frente hacia José María Moreno Galván, en dirección a San Bernardo. Eran las once y media de la mañana aproximadamente.

Desvanecimiento del conductor e impacto

Fuentes municipales indicaron que el conductor del autobús habría sufrido un desvanecimiento, por causas que se desconocen, lo que le habría hecho perder el control del vehículo e invadir el sentido contrario unos metros más allá del cruce con Luis Montoto. En esa trayectoria errática, chocó contra un camión de reparto de agua que venía de frente. El impacto entre estos dos vehículos provocó que el camión se desprendiera de la parte en la que lleva la carga, mientras que el autobús arrastró la cabina del camión, venciéndose ya hacia su izquierda.

El autobús siguió circulando, arrastrando la cabina del camión, y chocando contra varios turismos más. Hasta 12 vehículos se vieron implicados en el accidente. Muchos de ellos eran turismos que estaban aparcados en la zona, y que resultaron dañados. Otros iban en marcha y sus conductores, con gran habilidad, lograron esquivar el golpe, o al menos minimizarlo para no resultar heridos de gravedad.

Un accidente de película

Es el caso de la furgoneta en la que iban Ina, Miriam y Ángela. "El autobús ha perdido el control y se ha llevado por delante al camión. Se ha descolgado la carga del camión de la parte de delante y se nos ha echado encima a los del sentido contrario. Ahí se ha producido una colisión múltiple. Estamos bien, aunque ha sido un gran susto. Parecía una película de acción en la que los vehículos se nos venían rodando encima. Hemos empezado a gritar, pero gracias a Dios ella (la conductora) ha pegado un volantazo y no ha pasado nada, porque el pico ha estado a punto de entrar por la ventana. Se ha quedado justo en medio de las dos (de la copiloto y la viajera trasera de la derecha). El autobús iba tan rápido que ha separado la carga del camión de la cabina y se ha venido la carga hacia nosotras. Hasido de película.", declaraban las tres, que permanecían a la espera de que una grúa se llevara su furgoneta. También un taxi quedó visiblemente dañado.

El autobús siguió su camino hacia la acera, en la que afortunadamente no había ningún peatón en ese momento. Rebasó el acerado subiéndose encima del bordillo y arrastró varios turismos más que estaban aparcados. Algunos de ellos estaban ahí porque hay un taller mécanico en la esquina. Finalmente, el autobús, con la cabina del camión enganchada, terminó empotrándose contra una peluquería, Luiton, en la que había en ese momento cinco mujeres, dos peluqueras y tres clientas.

Las cinco mujeres permanecieron unas dos horas atrapadas en el interior del local. Una de las clientas se comunicaba por teléfono con su marido, que la esperaba fuera, junto a la taberna El Acueducto. "Están todas bien, algo nerviosas, pero bien, esperando que puedan salir", decía este hombre, Paco, mientras aguardaba. Una grúa de Tussam consiguió remolcar el autobús unos metros hasta liberar la entrada. Para ello desconectaron las baterías, pues se trataba de un vehículo eléctrico, y también tuvieron que retirar otros tres coches más.

Cinco mujeres atrapadas en una peluquería

La fachada quedó muy dañada y los bomberos tiraron parte de la puerta de la peluquería para poder sacar sin riesgo a las cinco mujeres. Una de las clientas salió llorando, otra se marchó a la carrera y otra no quiso hacer ninguna declaración ante la prensa, visiblemente nerviosa. Las peluqueras sí atendieron cortésmente a los numerosos periodistas que se encontraban en el lugar de los hechos.

"Lo hemos vivido bastante mal. Estábamos trabajando, hemos oído un ruido bastante grande y de repente lo que he visto ha sido el autobús entrando en el local. Afortunadamente, no hemos sido heridas ninguna de las cinco que estábamos dentro del establecimiento. Lo hemos vivido con nervios, sobre todo al ver a mi madre, pero estamos bien. Dentro nos encontrábamos mi madre y yo, que somos las peluqueras, y tres clientas", decía María.

Su madre, María Luisa, propietaria del negocio, lo relataba con los nervios todavía en el cuerpo. "Estoy ahora mismo en shock. Estábamos trabajando y lo que tengo grabado en mi cabeza es el ruido antes de que entrara el autobús. De pronto hemos visto el autobús dentro metido. Yo me he caído, no me he hecho daño, y hasta ahora no hemos podido salir. Los Bomberos se han portado estupendamente con nosotras. Lo hemos vivido con muchos nervios, pero gracias a Dios no nos ha pasado nada. A nosotras nada, la peluquería está destrozada, pero nosotras cinco estamos bien. Un minuto antes estaba yo en la puerta y me podía haber matado perfectamente. El Ángel de la Guarda me ha salvado la vida. Me ha tocado la lotería".

Cortes de tráfico, desvíos e investigación policial

La Policía Local de Sevilla cortó la circulación en las inmediaciones del accidente durante varias horas. Además, se han habilitado desvíos de tráfico para canalizar la movilidad en la zona mientras continuaban las actuaciones. La Policía Local también ha informado de que investiga las causas del accidente. Además de proceder a las labores de retirada de todos los restos de vehículos que hay en la vía, los agentes encargados de la investigación deben realizar mediciones y cálculos sobre el terreno para reconstruir lo más fielmente posible el accidente.

En el lugar de los hechos se encontraba el jefe de la Policía Local, Antonio Luis Moreno, junto con los responsables de la delegación de Seguridad. Los bomberos llegaron en menos de un minuto al lugar del accidente, pues el parque central está en los bajos del puente de San Bernardo, a menos de 500 metros. Así lo explicó un vecino que escuchó un golpe fuerte pero no se percató de la magnitud del accidente hasta que se asomó a ver lo que ocurría. "Este cruce es muy peligroso y es habitual que haya accidentes. Ahora espero que revisen el bloque porque el autobús ha podido causar algún daño". Por el momento el edificio no fue desalojado y muchos de los vecinos observaban los trabajos de los servicios de emergencias en sus balcones.

En la calle, numerosos ciudadanos se congregaron para presenciar también estas labores, a pesar de que por momentos llovía con cierta intensidad. Todos ellos coincidían en que, que no haya habido ninguna víctima mortal en este accidente, es un "milagro navideño"-

Jesús, camarero de la taberna El acueducto, estaba trabajando en el momento en que vio el camión invadir el sentido contrario. En ese momento, cuenta, no había muchos clientes en el local porque ya había pasado la hora del desayuno. "El autobús ha ido arrastrando la cabina del camión y se ha llevado por delante todos los coches que había".

En el suelo quedaba esparcido por todas partes un líquido de color verde, probablemente anticongelante de alguno de los vehículos implicados. Para absorberlo se había utilizado serrín, sobre todo para evitar resbalones de peatones en el paso más próximo.