24 agresiones a médicos de Sevilla: "¿Hasta cuándo no se van a tomar cartas en el asunto?"

"¿Hasta cuándo?". Ha dicho este miércoles en un llamamiento desesperado a las administraciones el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, y presidente del Consejo Andaluz de Colegios Médicos (CACM), Alfonso Carmona, en una rueda de prensa en la que se hecho balance del número de agresiones sufridas por los facultativos andaluces durante el año 2024, con récord histórico.

En Sevilla, en el pasado ejercicio se computaron 24 ataques al personal médico en la provincia, lo que representa un nuevo aumento con respecto al año anterior, cuando se contabilizaron 18. En 2023 fueron 16. La cifra asciende en Andalucía a 138 y, a nivel nacional, se eleva a 847, una cada diez horas. "No son ni mucho menos todas, son sólo las que llegan a los colegios médicos. El panorama es desolador y la voluntad política de acabar con esta lacra no acompaña", ha abundado Carmona.

Los médicos representan el perfil sanitario que con mayor frecuencia soporta la actitud agresiva de los pacientes, en su mayoría, por discrepancias con la atención recibida seguido, pero muy de lejos, por el hecho de no obtener la receta solicitada o la espera por ser atendido. "Los médicos no somos los responsables de la demora ni de la lista de espera, pero sí somos los primeros a los que ve el paciente que sufre esa problemática y, en consecuencia, con quien lo paga", ha dicho ante la prensa el coordinador del Observatorio de Agresiones del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Gaspar Garrote Cuevas.

Los médicos andaluces definen cada agresión como "un hecho lamentable" que "no debe normalizarse". Alfonso Carmona ha asegurado en este punto que las agresiones a médicos "hay que sancionarlas en la misma proporción que cuando se hace se castiga cuando se agrede a cualquier otra autoridad". Igualmente, ha destacado la importancia de la relación médico paciente, asegurando que "se está trabajando mucho en convertirla en patrimonio inmaterial de la humanidad".

Analizando la estadística, de las agresiones registradas el 67% son a mujeres frente al 33% a hombres, dato consolida la tendencia de los últimos años. Por su parte, la mayoría de los incidentes ocurrieron en centros de Atención Primaria, que supone el 71% de los casos; seguido de Urgencias en Hospitales (20%) y otras (9%).

Predominan los facultativos menores de 35 años (35%), seguido de los médicos entre 36 a 45 años (22%) y respecto a los diferentes tipos de agresiones sufridas, en el 75% de los casos se produjeron amenazas y coacciones, seguido del 40% con insultos y vejaciones, mientas que el 16% fueron lesiones. A nivel andaluz, de todas las agresiones recibidas y comunicadas acabaron en baja laboral el 21% de las mismas. "Este dato es el reflejo de que seguimos siendo héroes porque somos agredidos en nuestro puesto de trabajo y al día siguiente volvemos al mismo sitio donde nos han insultado, amenazado o pegado", enfatizó el doctor Garrote.

En cuanto a la tipología del agresor, fueron principalmente pacientes no programados, seguidos de los pacientes programados y los acompañantes. El perfil medio coincide con un varón, el 54% de los casos, con un tramo de edad de 46 a 60 años (49%), seguidos de los menores de 40 años (40%).

Para el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, este fenómeno no sólo es preocupante por el impacto directo que tiene en la seguridad y bienestar de quienes se dedican a cuidar de nuestra salud, sino que también plantea preguntas profundas sobre el estado de nuestra sociedad. "La sociedad ha cambiado y los valores se han perdido y, aunque es muy triste, esto está repercutiendo en un sector que a lo que se dedica es a ayudar a las personas. A un estamento básico para el bienestar de la población como son los médicos", ha remachado.

Desde el Colegio de Médicos de Sevilla indican que, con el objetivo de agilizar el trámite de denuncia ante un caso de agresión, este año se va a presentar un nuevo servicio telemático al colegiado al que podrá acceder directamente desde la página web de la institución médica.

Asimismo, piden a la sociedad que tomen conciencia de que "la agresión al sanitario, no sólo es grave cuando es física". "A las verbales y amenazas hay que darles máxima importancia, ya que hay daños psicológicos que pueden redundar en un deterioro de la asistencia", sostienen.

Por su parte, reivindican a las administraciones la creación de un registro único y homogéneo de agresiones; promover la "denuncia in situ" para facilitar las denuncias, Trabajar en la información al paciente con formación en situaciones conflictivas y gestión de la información; promover campañas contra agresiones en los centros sanitarios; la creación de la figura del director de seguridad en los centros hospitalarios; la protección jurídica contra las agresiones para el personal sanitario de los centros privados; o la inclusión en el Protocolo de Agresiones del SAS del seguimiento psicológico de los médicos agredidos.