8-M en Sevilla: las mujeres traumatólogas pisan fuerte en el Macarena

La mujer en la sanidad

Suponen un tercio de los facultativos del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, una especialidad clásicamente ejercida por hombres

El equipo de mujeres que forman parte del servicio de Traumatología en el Hospital Virgen Macarena.
El equipo de mujeres que forman parte del servicio de Traumatología en el Hospital Virgen Macarena. / Pedro Belmonte (H. U. V. M. )

Hoy, como cada 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. Una jornada para la reflexión sobre los avances logrados, para seguir reivindicando la defensa de los derechos humanos de mujeres y niñas y para celebrar la valentía y determinación de las mujeres que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades.

En el terreno de la salud, probablemente, los hospitales han sido centros donde la mujer ha estado presente desde incluso los años en los que el trabajo femenino era mínimo. El cuidado del enfermo siempre ha estado muy ligado a la mujer. Pero estos mismos hospitales, han dado un importante cambio en este ámbito laboral. El rol de la mujer en la sanidad es hoy distinto y el Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Virgen Macarena es un ejemplo de ello.

El paradigma de una especialidad clásicamente ejercida por los hombres ha cambiado y casi un tercio de sus facultativos son mujeres. "Entre nosotros es algo natural", manifiesta la traumatóloga y jefa del servicio Ángeles García Frasquet.

La traumatóloga Olivia Sánchez de la Villa.
La traumatóloga Olivia Sánchez de la Villa.

El papel de la mujer en esta especialidad, clásicamente masculina, "ha cambiado mucho en no demasiado tiempo", añade la facultativa Olivia Sánchez de la Villa. Con 21 años en el servicio, la traumatóloga destaca cómo, siendo una rama "históricamente elegida por hombres", la mujer ha ido interesándose poco a poco por el tratamiento quirúrgico de la patología ósea hasta llegar a tener el destacado papel que ocupa hoy en día. "Hace veinte años, en nuestro servicio solo éramos cuatro mujeres, una especialista y tres residentes, y los puestos de responsabilidad estaban ocupados por hombres. En no demasiado tiempo, las mujeres hemos ido ganando terreno, con una larga trayectoria, y ocupando puestos de responsabilidad y coordinación en unidades como Miembro Superior, Ortopedia Infantil, Rodilla y Pie y Tobillo", detalla.

La traumatóloga Miriam Rodríguez.
La traumatóloga Miriam Rodríguez.

También Miriam Rodríguez, que trabaja como médica adjunta en este servicio desde que acabó la residencia en 2019, destaca este mayor peso femenino en la sanidad, pero, sobre todo, el "buen ambiente" y "trabajo en equipo" de este servicio en el Macarena, más allá de los roles de sexo. "Desde que empecé a estudiar Medicina en 2007, la gran mayoría de los alumnos éramos mujeres. Es verdad que esta diferencia va haciéndose cada vez más evidente en el hospital con la incorporación a la sanidad de las nuevas generaciones", afirma.

El Servicio de Cirugía Ortopédica del Hospital Virgen Macarena proporciona la atención a los problemas del aparato locomotor de los más de medio millón de ciudadanos de Sevilla y su provincia que constituyen su población de referencia. Está formado por más de 100 profesionales que se encargan del cuidado y la cirugía del sistema músculo-esquelético ante cualquier proceso degenerativo o traumático que altere su función. Su misión es devolver a las personas su autonomía, mejorando el dolor y las limitaciones ocasionadas por estas patologías.

En total son 46 los facultativos que trabajan distribuidos en unidades especializadas en cirugía del pie, rodilla, cadera, miembro superior, ortopedia infantil, raquis y traumatología. Como mayor mérito del servicio, su responsable, la doctora García Frasquet, destaca el poder atender "40 quirófanos semanales, 50 consultas, urgencias y pacientes ingresados en cuatro hospitales diferentes".

La actividad del servicio no ha parado pese a la pandemia con más de 3.500 cirugías en 2020

En 2020, a pesar de las graves circunstancias ocasionadas por la pandemia del coronavirus, que tanto ha alterado el ritmo de las especialidades quirúrgicas, se realizaron más de 3.500 intervenciones, de las cuales el 43% fueron urgentes, y 47.000 consultas. En condiciones de "normalidad", este servicio desarrolla una importante actividad asistencial que en el ámbito de la cirugía y supone más del 13% del global de las operaciones que se realizan en el centro.

Entre los procesos más prevalentes destacan las intervenciones de prótesis de rodilla, con una media de 500 al año, o las de cadera, sobre 300, que son abordados desde un punto de vista multidisciplinar para minimizar el impacto de la cirugía en el paciente. También sobresalen de entre la patología traumática las fracturas por fragilidad en el anciano, con más de 400 casos de roturas de cadera al año, catalogadas como una "epidemia socio-sanitaria del primer mundo", que son tratadas de modo integral con la colaboración de la Unidad de Medicina Interna Perioperatoria.

La jefa de Traumatología del Macarena,  Ángeles García Frasquet.
La jefa de Traumatología del Macarena, Ángeles García Frasquet.

En un año complicado, la doctora García Frasquet pone en valor la rápida adaptación del servicio a las nuevas circunstancias de la pandemia, siendo una de las primeras unidades en implantar el sistema de teleconsultas para garantizar una continuidad en la atención médica. Igualmente, subraya que la especialidad ya fue pionera hace más de 10 años en la implantación de la historia clínica digital y los sistemas de prescripción electrónica dentro del hospital.

También destaca la estrecha relación de este servicio con otras unidades, con las que se complementa. Son los casos, por ejemplo, de Enfermedades Infecciosas, "que contribuyen al éxito de cirugías de alta complejidad"; Neuro-Rehabilitación y Ortopedia Infantil, en la cirugía de la espasticidad tras ictus o la patología del aparato locomotor en los niños; u otras especialidades como Cirugía Plástica y Radiología, en el diagnóstico músculo esquelético.

Desde 2011 la unidad ha venido empleando el programa Rapid Recovery que persigue optimizar los resultados en artroplastias mediante la participación del paciente y su familia en la recuperación postoperatoria.

Desafortunadamente, el COVID ha obligado a modificar estos sistemas de trabajo. Aunque el índice de infección en artroplastias se sitúa en el 1%, por debajo de la media, la solución de esta complicación exige un estricto protocolo de actuaciones conjuntas con el Servicio de Enfermedades Infecciosas y de técnicas quirúrgicas de reconstrucción articular. Junto a intervenciones de gran envergadura como la corrección de la escoliosis con control electrofisiológico mediante potenciales evocados, se han introducido novedosas técnicas de cirugía mínimamente invasiva como la epidurolisis en el dolor lumbar crónico.

Sobresalen de entre la patología traumática las fracturas por fragilidad en el anciano con más de 400 casos de fracturas de cadera al año, catalogadas como una “epidemia socio-sanitaria del primer mundo”, que son tratadas de modo integral con la colaboración de la Unidad de Medicina Interna Perioperatoria.

El equipo está compuesto por especialistas de reconocido prestigio en el campo asistencial, docente e investigador que han sido pioneros en la incorporación de métodos como la cirugía navegada en el hombro o la cirugía artroscópica de la extremidad superior.

En los últimos años la edad media del grupo ha descendido, convirtiéndose en una unidad joven, dinámica y con un nivel científico técnico excelente. Casi un tercio de los facultativos que forman parte del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del HUVM son mujeres. El paradigma de una especialidad clásicamente ejercida por los hombres ha cambiado.

El estado de alarma sanitaria está siendo una de las etapas más duras que hemos atravesado. Para nosotros, el confinamiento ha sido inexistente. En la primera oleada COVID la ausencia de actividad laboral y la limitación de la movilidad hicieron disminuir los ingresos urgentes, con la particularidad de que aumentaron el número de fracturas de alta complejidad. Con la recuperación de la nueva “normalidad” se elevaron las cifras de traumatismos en la población, lo que supuso momentos extremadamente difíciles para dar una respuesta ágil desde el Servicio, en comparación a como respondíamos en tiempos de normalidad.

Fuimos de las primeras unidades en implantar el sistema de tele-consultas para garantizar una continuidad en la atención médica. Una especialidad con una carga asistencial como la nuestra tiene un importante papel epidemiológico en el control de la pandemia debiendo evitar aglomeraciones en las salas de espera.

Pero al deber de velar por nuestros pacientes y de transmitirles confianza ante esta nueva fórmula de controlar la evolución de sus procesos, se añade la necesidad de extremar las precauciones para evitar cualquier contagio en casa a nuestros familiares con cada entrada y salida del trabajo, lo que ha supuesto un estrés añadido. Hemos perdido amigos y compañeros, y a ellos les debemos no rendirnos y mantener la mejor atención que podamos brindar a la población.

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