Renfe ha puesto una vigilancia 24 horas en la zona por donde Álvaro Prieto se coló hacia las vías del tren, en lo que se conoce como "Depósito y Centro de Tratamiento Técnico" (talleres), instalaciones que según Adif dependen del operador ferroviario Renfe. Un vigilante instalado de forma permanente bajo una carpa de color blanco montada específicamente para este fin controla que no se produzca la entrada de ninguno de los cuantiosos curiosos que están acudiendo estos días a ver este punto, que fue donde se halló el cuerpo entre dos vagones de un tren que estaba en reparación. Antes del trágico suceso de Álvaro Prieto el vigilante hacía rondas a lo largo de los kilómetros de las vías.

El lugar en cuestión está situado en la avenida Veintiocho de Febrero, paralela a Kansas City, frente a uno de los edificios del colegio de Infantil y Primaria (CEIP) Baltasar de Alcázar.

Impresiona la ausencia de un gran lienzo del muro de gran porte que debería aislar esta playa de vías (del AVE y demás líneas) de las viviendas y del colegio cercano. Del muro que falta no se sabe cuándo se retomarán las obras para reconstruirlo. El vacío del muro fue cubierto en su día con una alambrada de menor altura que también estaba rota cuando Álvaro Prieto se lanzó el 12 de octubre a buscar un tren que lo llevara a Córdoba. También estos días se ha reparado el hueco abierto de esa alambrada que constantemente sufre roturas vandálicas. 

El personal de talleres de la estación de Santa Justa recalca que el día de la desaparición de Álvaro Prieto, al ser festivo, "fue más difícil que lo viera alguien" llevando a cabo la maniobra mortal de subirse al techo de un tren. En festivo y fin de semana solo había un retén de guardia con muy poco personal. Explican que esas instalaciones mantienen actividad intensa de lunes a viernes, por lo que si hubiera sucedido en día laborable "todo el mundo lo habría visto".