Ángeles con fonendoscopios

Más de 190 profesionales sanitarios colaboraron en 2009 en proyectos de cooperación internacional y ayuda humanitaria bajo el respaldo de la Consejería de Salud, que les concede permisos remunerados

Ángeles con fonendoscopios
Cristina Díaz

10 de mayo 2010 - 05:03

Seis de la mañana. Suena la campana en el campamento de Farafangana, en el sureste de Madagascar. Un grupo de sanitarios del Hospital Puerta del Mar en Cádiz se pone en marcha. Les espera una jornada dura. En el exterior de su caseta, mujeres con miomas o cesáreas mal realizadas, niños con problemas auditivos a causa de la arena que acumulan en sus oídos, infecciones, quemaduras y neumonías, esperan ser atendidos.

Historias similares a ésta se han escuchado en el Aula Magna del Hospital Virgen del Rocío con motivo del I Encuentro de Voluntarios del Servicio Andaluz de Salud, una iniciativa propuesta, hace unos seis meses, por varios sanitarios voluntarios que consideraban necesaria una reunión colectiva para conocerse entre ellos e intercambiar experiencias y líneas de trabajo, con el objetivo de enriquecerse personal y profesionalmente.

Hace diez años se fundó el Fondo de Cooperación al Desarrollo y Ayuda Humanitaria, iniciativa de la Consejería de Salud, respaldada por la Agencia Andaluza de Cooperación de la Junta de Andalucía, junto con otros proyectos como EPES (Empresa Pública de Emergencia Sanitaria). "El Fondo de Cooperación lo que consigue es canalizar las inquietudes de los profesionales y facilitar su desplazamiento y su participación en los proyectos de las diferentes ONG", explica Ana Carriazo, asesora de la Consejería de Salud para temas de acción exterior. "El Fondo organiza el trabajo, valora los proyectos y pone en contacto a ambas partes. Existen, además, otras líneas de trabajo, como la asistencia sanitaria de extranjeros en Andalucía y la donación de material".

"La administración sanitaria concede licencias remuneradas, más allá de las vacaciones, para que el profesional pueda ausentarse de su puesto habitual y coopere", aclara Jesús Huerta, secretario general del Servicio Andaluz de Salud (SAS). "Es una apuesta real, no filosófica, por parte de la administración, dejando patente que Andalucía es una comunidad abierta al mundo".

En 2009 se otorgaron un total de 194 permisos especiales a profesionales para cooperar en 27 países de África, Centroamérica y América del Sur. Una cifra notablemente mayor a los 34 sanitarios que participaron en el año 2000, el primer año.

Entre este centenar de personas se encuentra María de los Ángeles Cabello, enfermera en el distrito Aljarafe. Su primer viaje a los campamentos de refugiados del Sahara se remonta a 1996, y, desde entonces, nunca ha faltado a su cita anual con el pueblo saharaui. "La continuidad es muy importante, te permite seguir de forma activa los resultados de los proyectos y, sobre todo, te ganas la confianza de la gente, algo muy importante para poder ayudarles". María de los Ángeles, que mañana martes vuela de nuevo al Sahara, participa, además de las campañas de intervenciones quirúrgicas, en un proyecto de apoyo a la formación de enfermeros autóctonos.

Como ella, Antonio Caravaca, otorrino del Hospital Punta de Europa (Algeciras) también acude cada año a los campamentos saharauis. "Yo fui por primera vez hace diez años con un grupo de médicos, y al regreso decidimos crear la ONG Enyanin", explica el médico. "La primera vez que vas te das cuenta que nada es como te han explicado; el choque social, laboral y cultural es brutal".

Tanto Antonio como María de los Ángeles, que colabora con la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui y con la vitoriana RASD, coinciden al afirmar que cuando regresan tienen una sensación agridulce, los quince días de cooperación les parece poco, hay mucho trabajo que hacer y todas las manos son pocas, pero su conciencia está tranquila: su viaje da esperanza a un pueblo.

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