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Sevilla

Coronavirus en Sevilla: fallecen dos de los ancianos de la residencia de Arahal con un brote

  • Un total de 24 residentes han dado positivo hasta el momento

  • El alcalde advierte a sus vecinos del riesgo después de detectar cierta "relajación" del confinamiento a partir de las 20:00 horas con familias pisando las aceras

Un miebro de la UME desinfectando en el Centro de Salud de Arahal, el pasado 2 de abril.

Un miebro de la UME desinfectando en el Centro de Salud de Arahal, el pasado 2 de abril. / M. G.

El alcalde de Arahal, Miguel Ángel Márquez (IU), ha informado del fallecimiento de dos de los internos en la residencia de mayores Madre Encarnación, afectados por el brote de coronavirus en el centro, con 24 positivos confirmados hasta el pasado viernes, de los que 19 habían requerido hospitalización.

Según ha informado el edil en un comunicado distribuido por redes sociales, oficialmente desconoce si la causa final de esos decesos ha sido el virus, sí que en ambos casos se trataba de personas que habían dado positivos en los test de la enfermedad.

El edil ha trasladado un mensaje de pésame a las dos familias, que no son de Arahal, y el "mayor calor humano" posible en estos momentos.

También ha enviado un mensaje de "ánimo" a los trabajadores del centro privado que, según ha insistido, están haciendo todo lo que está en su mano para sacar a los mayores adelante.

Fuera de la residencia, hay al menos otro caso positivo confirmado, aunque el edil ha insistido en la dificultad de confirmar y contrastar datos por parte del Consistorio al no ser una autoridad sanitaria.

Sí ha dejado un mensaje claro: las medidas de confinamiento no pueden relajarse. Y lo ha hecho después de que la propia Policía Local le haya trasladado que, sobre todo a partir de las 20:00, tras los aplausos a los sanitarios, se ha detectado a familias que pasan el umbral de su puerta y pisan la acera.

"El virus está en Arahal", ha recordado, a la vez que ha pedido "firmeza" a pesar de que después de tres semanas haya cansancio y ganas de recuperar la normalidad. "Por mucho que parezca que la situación está controlada, no lo está, quedémonos en los balcones y en las azoteas. Las puertas deben quedarse cerradas". 

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