Juan Espadas avisa a los que derrochan agua. Emasesa cortará el suministro a los hogares del programa social de emergencia social (y sin bono) con consumos abusivos provocados por usos irregulares como los enganches ilegales. La medida abordada en el consejo de administración celebrado este lunes vendrá precedida de la puesta en marcha de una campaña de concienciación y sensibilización para evitar los casos de empleo de agua muy por encima de los límites marcados como eficientes por los expertos, tanto en los domicilios que abonan ya una recarga en la tasa por consumos fuera de los límites previstos, como en los que forman parte de los distintos programas sociales. "En la medida que detectemos que hay usuarios derrochando agua o sencillamente haciendo un uso ilícito, evidentemente no se lo vamos a permitir. Lo llamaremos y, si no reconducen esa conducta irregular, le cortaremos el suministro", explicó el alcalde socialista.

Esta decisión de Espadas se produce después de que los técnicos de la empresa municipal de aguas observaran consumos abusivos "en un elevado porcentaje" superiores a los consumos calificados de eficientes de tres metros cúbicos por habitante y mes. Por esta razón entienden que es conveniente promover una campaña de concienciación para la reducción de estos consumos considerados excesivos, para lo cual se trabajará con los servicios sociales, que son los que certifican que una familia merece la gratuidad del suministro. Emasesa plantea activar un sistema de información para alertar a estos usuarios de las situaciones de consumo excesivo, por encima del que se considera como uso sostenible: cien litros por habitante y día. "El objetivo para 2019 es que todos los beneficiarios de esta ayuda realicen un consumo sostenible, un objetivo alineado con las acciones medioambientales".

La evolución de los recibos atendidos por el programa de emergencia social demuestra que se han disparado desde que se puso en marcha la medida. El 24% de los recibos que son condonados están muy por encima de las cifras del consumo calificado de eficiente. Estos casos abusivos han pasado de ser 260 en 2015 a 3.669 en sólo los ocho primeros meses de 2017. La Intervención General del Ayuntamiento ya advirtió en su informe de control financiero de Emasesa -correspondiente a 2016- que se habían dejado de ingresar más de 350.000 euros por los bonos sociales.

Además de los consumos abusivos en el programa de emergencia social, el consejo de administración aprobó la propuesta de presupuestos de la empresa metropolitana de aguas para el año 2018. Contará con una previsión de gastos de 169,8 millones de euros, que permitirá mantener los programas de gasto social, implementar nuevas medidas ambientales y un nuevo incremento de la inversión pública en la ciudad. Se prevé un mantenimiento del consumo en torno a los 61,2 hectómetros cúbicos. En cuanto a las tarifas, sólo se propone aplicar el IPC del 1,5% de forma lineal.

Antes se concienciará a los usuarios de su uso racional a través de una campaña

El proyecto de presupuestos de Emasesa contempla una inversión total durante el año que viene de 53,2 millones de euros, lo que supone un nuevo crecimiento del 14% respeto a 2017 (con una previsión de 46,5 millones de euros). Esta subida permitirá la continuidad de grandes proyectos ya iniciados como el depósito de retenciones de Kansas City o la reforma del colector de la calle Niebla, así como nuevas inversiones que se iniciarán en 2018.

En la reunión se propuso mantener y reforzar la línea de ayudas sociales y de garantía de suministro implantadas durante este mandato. Durante 2017 se atendieron 14.309 recibos, lo que supone un 40% más que el pasado año. La previsión es que pueda seguir aumentando durante el próximo año. Del mismo modo, se mantiene la inclusión en el reglamento de la garantía de suministro de agua para los hogares sin recursos.

En cuanto a líneas medioambientales, se propuso una batería de medidas para el fomento del consumo responsable que contribuyan a la lucha contra el cambio climático y la sequía. Entre ellas se encuentra la mejora de la calidad de los ecosistemas a través de proyectos de restauración y adecuación ambiental, fomentar un uso más sostenible de los recursos, adaptación ante sequía fomentando el ahorro de agua, una menor emisión de gases de efecto invernadero y mayor eficiencia en todas las medidas.

Otra de las medidas aprobadas en el consejo de administración fue realizar una nueva campaña con el objetivo de lograr la individualización de contadores en unas 3.500 viviendas con un nuevo programa dada la tendencia observada en las comunidades con contadores generales a que se produzcan casos individuales de un mayor consumo de agua. La nueva línea establece un fondo de dos millones de euros para préstamos flexibles para esas comunidades.