Tras el informe elaborado a principios de mes por los delegados municipales de prevención de riesgos laborales -después de una visita al cementerio de San Fernando- en el que denuncian, entre otras deficiencias, que observaron restos de cadáveres en unas bolsas a la vista de cualquiera o una máquina trituradora de huesos mal orientada para la salida de humos, la delegación de Consumo, Salud y Cementerio y Protección Animal sostiene que ya se han realizado algunas mejoras.

Entre ellas, exponen que la campana extractora de humos de uno de los hornos incineradores ya está arreglada, sin ruidos y en pleno funcionamiento. Sobre la presencia de ratas y cucarachas, el área que lidera Silvia Pozo asegura que se ha revisado la ubicación denunciada y no consta presencia ni de roedores ni insectos.

En lo referente la máquina compactadora atascada, sostiene que se comunicó a los trabajadores que elaboraron ese informe adelantado por Diario de Sevilla que se va a instalar un nuevo horno de 125.000 euros y la obra de la nave que lo va a albergar. Se está tramitando el expediente de adquisición.

Sobre los restos de cadáveres en bolsas a la vista de cualquiera, la delegación afirma que "es incierto. El 29 de abril nos consta la presencia de los restos de detritus y fue puntual por el atasco de la máquina compactadora. A los dos días se limpió, no eran restos humanos". En la respuesta enviada a este periódico, reiteran, que no habían restos humanos donde se refiere el expediente de los delegados municipales de prevención de riesgos laborales.

Los trabajadores del cementerio han denunciado estos últimos días en una hoja informativa que la situación del camposanto “es insostenible”. Avisan que “la degradación” perjudica a los ciudadanos y especifican que se trata de recortes de personal, material, herramientas y maquinaria. Piensan que las sustituciones de verano para dar servicio al horno crematorio y la limpieza del centro no se van a cumplir, y detallan que la falta de maquinaria para la recogida de residuos está creando montaña de restos, “donde ya están apareciendo ratas muy cerca de donde existen nichos y sepulturas”.