TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Tribunales

El Ayuntamiento paga 167.000 euros por la muerte de la trabajadora en la recogida de naranjas

  • La Audiencia mantiene la responsabilidad civil de Parques y Jardines, que pretende reclamar la indemnización al empresario si supera su insolvencia

El trágico suceso tuvo lugar hace una década en la calle Azucena, en el barrio de Triana.

El trágico suceso tuvo lugar hace una década en la calle Azucena, en el barrio de Triana. / José Ángel García

Un nuevo picotazo a las arcas municipales por herencia judicial. Lo último es un suplemento de crédito por 167.081 euros que sale del servicio administrativo de Parques y Jardines para indemnizar a la familia de la recolectora de naranjas fallecida hace más de diez años. Un decreto del Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla declara insolvente al empresario, por lo que el Ayuntamiento debe pagar como responsable civil subsidiario lo que resta de la compensación por el daño recibido de 174.881 euros (7.800 euros fue abonado por el dueño de la empresa).

El gobierno socialista apunta que abona la indemnización sin perjuicio de las acciones que en el futuro pueda reservarse contra el responsable directo, el empresario Pedro R. L., en el caso de que superase su condición económica de insolvencia. La Audiencia Provincial de Sevilla confirmó hace unas semanas la responsabilidad civil subsidiaria del Consistorio en la muerte de una trabajadora de la recogida de naranjas en febrero de 2011. La Sala desestimó el recurso de apelación del Ayuntamiento en el accidente laboral mortal y en otro siniestro que en el mismo día provocó lesiones graves a un trabajador, al considerar que el hecho de que otorgara una mera licencia, sin contratar formalmente a ninguna empresa para la recogida de naranjas en la vía pública, no le exime de responsabilidad dado que se benefició de la recogida estando dentro de sus competencias municipales. De igual modo, “aunque atenuada, se confirma la responsabilidad directa del empresario”. Fue condenado a tres años y un día de cárcel.

El fallo recoge como hechos probados que el 16 de diciembre de 2010 el Ayuntamiento de Sevilla concedió a Pedro R. L. una licencia de uso común especial, autorizándole para la recogida y aprovechamiento del fruto de los naranjos amargos en la vía pública del Distrito Triana-Los Remedios, para lo cual el empresario depositó una fianza de 1.800 euros y contrató un seguro de responsabilidad civil para responder de daños a terceros y en bienes inmuebles.

Según la concesión, el empresario debía comunicar cada día al Consistorio la actividad realizada y la que se iba a realizar al día siguiente, y para ello, acudían cada día dos trabajadores del Ayuntamiento a verificar el cumplimiento del acuerdo. La licencia concedida tenía como plazo de vigencia hasta el 30 de enero de 2011, no habiéndose acordado ninguna prórroga o nueva licencia, pero a pesar de ello, desde el 1 de febrero de 2011, el empresario continuó con la recogida de naranjas, “sin tener ya licencia para ello, con el conocimiento y consentimiento del Ayuntamiento, el cual también continuó verificando el cumplimiento de las condiciones de la recogida”, precisa el fallo.

Dos días antes del 10 de febrero de 2011, Pedro R. L. contrató a Carmen M. B. para que recogiera naranjas y ese mismo día también contrató a otra persona. En ambos casos, el empresario no conocía con anterioridad a estos trabajadores y el contrato se realizó de “manera verbal, en la misma vía pública, concretando únicamente que la remuneración sería de un euro por cada saco de naranjas que recogieran, y sin que los diera de alta en la Seguridad Social”.

La mujer se precipitó desde una altura de cuatro metros en una calle de Triana en 2011

El acusado se limitó a decirles a estas dos personas al contratarlas que tenían que recoger las naranjas de los árboles “subiendo a una escalera que él mismo les facilitó, que tenían que ir metiendo las naranjas en un chaleco de tela con aberturas laterales que también les facilitó para que se lo pusieran, y que luego tenían que bajar y meter las naranjas en un saco, hasta llenar el mismo, y así sucesivamente”.

Sobre las 14:00 horas de ese mismo día, en la calle Azucena, Carmen estaba subida a una de las escaleras, cuando “tras perder el equilibrio desde una altura de cuatro metros se cayó de espaldas, golpeándose la cabeza y el cuerpo contra el suelo y quedando inconsciente; siendo trasladada en ambulancia al Hospital Virgen del Rocío”. Un poco más tarde, el otro trabajador, sobre las cuatro de la tarde, también perdió el equilibrio y se cayó, golpeándose y fracturándose la muñeca y las ramas púbicas izquierdas; siendo trasladado en ambulancia al mismo centro hospitalario.

Este trabajador fue operado de fractura de muñeca y tardó en recuperarse 90 días, y le quedaron varias secuelas, pero la otra empleada, Carmen, sufrió un traumatismo craneoencefálico grave con hematomas y hemorragias internas, y fractura de la base del cráneo, así como diversos traumatismos facial, torácico, abdominal y raquídeo, por lo que estuvo hospitalizada hasta el 29 de abril de 2011, cuando falleció como consecuencia de las lesiones.

Varios naranjos en una de las aceras. Varios naranjos en una de las aceras.

Varios naranjos en una de las aceras. / José Ángel García

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios