Batalla judicial por un tercer apellido

Sólo quiere que se le reconozca el tercer apellido. El asunto sería más sencillo si ese apellido no fuera Fitz-James Stuart y el demandante, Fernando de Artacho y Llorens, empresario sevillano de 82 años, domiciliado en la calle Sierpes, no hubiera presentado una demanda ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo reivindicando su condición de bisnieto del XV duque de Alba.

La Audiencia Provincial de Cádiz y el Tribunal Constitucional le negaron esa posibilidad, lo que según su abogado, Fernando Osuna, constituye una clara vulneración de los derechos de su representado y el incumplimiento de artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos y de la Constitución Española (artículos 14 y 39).

"El tema ya está en Estrasburgo. Llevamos varios casos de asuntos penales y mucho no tardan", dijo el abogado Fernando Osuna a este periódico. Esta insólita reivindicación de compartir el mismo bisabuelo que la actual duquesa de Alba es el núcleo fundamental del libro Los otros Alba, obra de Fernando de Artacho hijo. En dicho libro se narra la historia de María del Reposo Pérez Perrier, nacida en 1854 fruto de la relación extramatrimonial entre el XV duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart y Ventimiglia, y Josefina Perrier.

"La hija extramatrimonial del XV duque de Alba", argumenta el abogado Fernando Osuna en su demanda ante Estrasburgo, "no tenía condiciones, ni siquiera mínimas, para demandar a su padre la filiación, dado que esas relaciones extramatrimoniales estaban muy censuradas por el entorno social y las instituciones. No se le podía pedir una conducta heroica".

Las instancias que le han negado el derecho a la práctica de las pruebas de ADN argumentan que "no se contempla en el ordenamiento jurídico la posibilidad de que los nietos y bisnietos puedan reclamar los apellidos, a no ser con determinadas condiciones".

En la época en la que nace la abuela del demandante "era muy difícil, si no imposible, el reconocer a un hijo fuera del matrimonio", dice su abogado, que critica en su argumentario que órganos nacidos para impartir justicia extrapolen una injusticia previa. "Nos parece injusto y contra el pensamiento actual que un bisnieto, porque su abuela no reclamase su filiación en unos tiempos adversos y muy difíciles a este tipo de demandas, se vea condenado de por vida a no tener los apellidos de su bisabuelo y no pueda ser considerado su descendiente".

Fernando de Artacho y Llorens es nieto de Vicente Llorens Asensio, propietario de los cines Llorens e Imperial, los primeros que hubo en Sevilla. Su abogado niega motivaciones crematísticas, "económicamente está muy bien", aunque en caso de no tramitarse el proceso pide en concepto de daños morales y de los costes del procedimiento una indemnización de doscientos mil euros para su representado.

Una historia de mediados del XIX que llega en pleno siglo XXI al Tribunal de Estrasburgo, con una jurisprudencia en la que el bufete que lleva el caso menciona casos de reivindicación de paternidad en Croacia, Rusia y Dinamarca. Al no admitirse a trámite la demanda, no se permite la celebración de juicio para alcarar la paternidad reclamada, con lo que tanto el juzgado de Primera Instancia nº 6 de Jerez como la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Cádiz, órganos jurídicos por los que pasó el asunto, estarían, en opinión del abogado Fernando Osuna, cercenando los derechos de su representado.

La obra Los otros Alba de Fernando Artacho, reivindicación por la vía literaria del pleito jurídico de su padre, figuró durante varios meses en el escaparate central de la librería Beta, sita en el antiguo cine Imperial que regentó el abuelo de quien reclama la filiación de su abuela como hija natural del XV duque de Alba. Un libro en el que su autor aseguró que expuso los hechos "con el máximo respeto a la Casa de Alba" en una introspección histórica nada convencional.