La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, se ha propuesto ser la defensora de los derechos y libertades de todos los españoles y se ha comprometido a actuar en una institución "austera" con "rigor e independencia". Durante la toma de posesión de su cargo, Becerril ha prometido su nueva responsabilidad y ha asegurado que trabajará "intensamente" y al margen de "presiones" por la defensa de los derechos y "también de las pequeñas libertades" de los ciudadanos, "ante y no frente" a las instituciones.

"Soy consciente de que los tiempos son muy difíciles y de que España pasa por momentos muy difíciles, pero tengo confianza en que podamos sacar adelante a España", ha dicho la nueva Defensora del Pueblo, quien ha agradecido su nombramiento al Gobierno y a los grupos parlamentarios que la han respaldado.

Becerril ha mostrado su intención de hacer desde la institución "un servicio público con verdadera dedicación" a todos los ciudadanos, con independencia del lugar donde residan, "aunque algunas comunidades consideren que no es conveniente en este momento contar con un defensor".

"Tiene instrumentos y medios la institución para defender a los ciudadanos y protegerles ante una norma, una ley o una acción de la administración o del Parlamento que pueda hacer daño a una persona o a un colectivo", ha destacado Becerril, quien ha apostado por "reforzar la acción y la presencia" del Defensor.

"Quiero trabajar con verdadero afán y con ahínco; redoblar si somos capaces la acción de esta institución", pero sin mantener "batallas" o "enfrentamientos", defendiendo "lo justo y conveniente" en cada situación.

Al acto de toma de posesión han asistido el presidente del Congreso, Jesús Posada; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, y antecesores en este cargo, como Enrique Múgica, Alvaro Gil Robles y María Luisa Cava de Llano, entre otras autoridades.

También han estado presentes amigos y familiares de la nueva defensora, como sus nietas, a las que ha dedicado las últimas palabras de su improvisado discurso. "Estas nietas que hoy nos acompañan representan, presidente, a una generación bien distinta a la nuestra; espero que estas generaciones tan jóvenes trabajen, cuiden y mejoren la patria por la que procuramos trabajar las abuelas", ha concluido.

Becerril se convierte en la primera mujer propuesta para ocupar este puesto en la Historia de la democracia española.