Julián Moreno es 15-M puro. El concejal electo por Participa Sevilla nació el 15 de mayo de 1984, el año de la profecía de Orwell, y creció en la plaza de San Lorenzo. Manuel del Valle era alcalde de Sevilla y José Rodríguez de la Borbolla presidente de la Junta de Andalucía. Los dos estuvieron ayer en la constitución del nuevo Ayuntamiento de la ciudad. "¡Han vuelto!", diría alguno con Los Gremlins. Siete alcaldes en siete lustros desde 1979. Ese año también subió el Betis a Primera. "Ése es el cambio, se va un alcalde sevillista y llega uno bético", resume Borbolla, que se sentó junto a José Ramón Pérez de la Lama, último alcalde predemocrático de la ciudad. Pepote se sentiría en el salón Colón personaje de Kipling, el hombre que pudo reinar. La misma sensación de Manuel Marchena por su malograda corona epifánica.

Cuatro años después, el ambiente del ¡Hola! de 2011 cambió por el de Mundo Obrero. Daniel González Rojas, de Izquierda Unida, citó a Marx y Engels; Millán de Cózar, a Churchill; y Juan Espadas, a Soledad Becerril para legitimar su inmensa y juanrramoniana minoría. Como novio simbólico donde tantos se casan por lo civil, bajó el inminente alcalde para recibir a Susana Díaz. Ella entró por la puerta principal, entre los retratos de los arcángeles San Rafael y San Gabriel de Alonso Miguel de Tovar. Subieron las escaleras y empezó a sonar La Guardia de Alabarderos, del guipuzcoano Mariano San Miguel, más santidad, tocada por la Banda Municipal. "Protocolo nos ha pedido músicas que no sean militares ni toreras", dice Francisco Javier Gutiérrez, director de la agrupación, uno de los siete músicos de Guillena, que aprovecharon un descanso para comentar la tormenta municipal en su Ayuntamiento.

Antonio Rodrigo Torrijos y Juan José Asenjo Pelegrina llegan casi a la par. "Aquí disfrutando", dirá el primero. El segundo comentará después que en Sigüenza, su patria chica, ha ganado el PP "por goleada". En Sevilla se quedaron sin goleadores, enmendándolea la plana a Helenio Herrera: con doce se juega peor que con once. Antes de la sesión, Espadas bajó a la sala de máquinas, entre dibujos de Oselito, para saludar a la prensa y departir con Jesús Maza, consejero delegado de Emasesa.

Como en Suresnes, octubre de 1974, Sevilla vuelve a ser la niña bonita del socialismo español. Ni Madrid, ni Barcelona, ni Valencia, ni Zaragoza. Ni Cádiz, donde la derrota de Teófila reeditó la gesta de 1717, cuando la Casa de la Contratación se fue de Sevilla a Cádiz. Salían los invitados. Elena Laredo, compañera del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, decía lacónica: "Atarazanas hundidas, Zoido hundido".

El día de las elecciones, Espadas compró en una librería de la calle Feria la novela Suite francesa, de Irene Nemirowski. Ayer la Banda Municipal le tocó The Suite Seville, una composición que el británico Bill Whelan creó para la Expo 92 y llegó a bailar María Pagés. A la sesión acudieron los alcaldes socialistas de las anteriores reconquistas: la de 1983, con Manuel del Valle; la de 1999, con Alfredo Sánchez Monteseirín. Llega un alcalde abogado a quien el decano del Colegio, José Joaquín Gallardo, le impondrá la medalla de 25 años de abogacía.

En la puerta, banderas republicanas y del Polisario. Guiños a la República en los socios de Espadas, los munícipes de Izquierda Unida y del barón de Coubertin (lo importante es Participar). El alcalde escuchaba sus apellidos de labios de los que le apoyan -y fiscalizan- en la sombra. Espadas Cejas, música genealógica que suena a Miguel Strogoff, a epopeya de Julio Verne para completar esta vuelta a Susana Mundo en Ochenta Díaz.

En la calle la vida seguía. Los aviones vuelan, las campanas suenan, un camarero dice vaya usted con Dios, juegan los boy scout en la Alameda y se oye el tañido de las bombonas de butano. Mercedes de Pablos, munícipe en 2011, viene de la constitución del Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe, donde su hermana Blanca es concejal, y por la tarde fue a Cortelazor, en la sierra de Huelva, donde su hermano Franco renovó elmandato, con su madre, Blanca Candón, 88 años, de concejala. En la puerta, María del Monte felicitó al joven edil de IU. "Me ha gustado lo que has dicho". Hoy es el día de Susana, que se sentirá como Carlos III: el viernes con el Rey, ayer con el alcalde. Con la Infanta destronada. Ni de Palma ni de Palmete. Zoido se va a hurtadillas y Julián Moreno se acerca a los de las pancartas. "Tenemos un pie en la calle y otro en las instituciones".