Boicot a la minifalda

Las calores de mayo han remangado las faldas. Las altas temperaturas de los últimos días han traído esos otros recortes que poco tienen que ver con los que deciden las administraciones públicas. Éstos suelen ser más satisfactorios para quien los ejecuta y, sobre todo, para quienes los contemplan. Excepto en la escuela. O mejor dicho, en algunos centros donde la prenda femenina no debe acortarse más allá de la rodilla.

El Colegio Buen Pastor, un centro concertado del barrio de Nervión, es un buen ejemplo de ello. La dirección de esta escuela se ha visto obligada a enviar una carta a los padres de los alumnos que en él estudian para recordarles las normas estéticas que caen en el olvido de muchos adolescentes cuando el mercurio se alza.

La misiva ha generado cierta polémica en los padres. Algunos consideran excesivo el celo de la dirección, otros creen correcto y oportuno el aviso. La carta dice lo siguiente: "Estimados padres, les comunicamos que deben revisar diariamente la uniformidad de su hijo/a, debido a que a partir de la próxima semana nos veremos obligados a enviar a casa, aplicando el reglamento, a todas aquellas alumnas que traigan la falda muy por encima de la rodilla, así como a los alumnos que asistan mal uniformados".

El director del Buen Pastor, Joaquín Egea, ha aclarado a este periódico que los padres son conscientes de que el centro tiene un uniforme reglamentario con unas medidas específicas. "Los niños deben llevar pantalón gris y camisa blanca, mientras que las niñas, falda gris que no debe superar la altura de las rodillas", aclara Egea. Sin embargo, los últimos días, en los que se han registrado temperaturas propias de agosto, muchas estudiantes -sobre todo adolescentes- han acudido a clase con la falda más corta de lo habitual. "Fuera del colegio pueden remangársela hasta donde quieran, pero una vez que entran en el centro deben cumplir unas normas, por mucha calor que haga", insiste el director, quien no se explica que una carta provoque tanto "revuelo".

No es la primera vez que desde la dirección de un centro educativo se llama la atención sobre este asunto, sobre todo si el colegio tiene un ideario religioso. Los directores entienden que si existen unas normas sobre la ropa éstas se han de cumplir; de hecho, cuando en la escolarización se elige un colegio los padres son conscientes de que deben acatar todo lo establecido, incluido el uniforme. Algunas familias, por contra, creen que este tipo de advertencias están fuera de lugar y, sobre todo, de tiempo "y de época". Cuestión de estética. O de moral. Pero, sobre todo, de faldas.