Un niño de 15 años permanece desaparecido desde el pasado fin de semana, cuando se marchó con su madre del domicilio en el que reside en Morón de la Frontera. El menor, Antonio David Barroso Díaz, padece una discapacidad y tiene la movilidad reducida. La madre sufre una enfermedad mental y se encuentra ingresada en un hospital de Segovia, sin que consiga dar explicaciones coherentes. Fue parada por la Guardia Civil, a la que manifestó que había matado a su hijo, si bien los investigadores no han podido confirmar todavía la veracidad de esta afirmación.

Mientras tanto, el padre del menor, que está separado de la madre, presentó el lunes una denuncia por desaparición en la comisaría de la Policía Nacional de Morón de la Frontera. Según esta denuncia, el pasado domingo 12 de septiembre, otra hija de la pareja, de 19 años, fue expulsada del domicilio por su madre. Al día siguiente, el lunes, sobre las once de la mañana, la joven acudió al piso con la Policía Nacional y comprobó que éste estaba vacío y que incluso faltaban los muebles.

Sobre las dos de la tarde de ese mismo día, la hija recibió una llamada de la comandancia de la Guardia Civil de Segovia, en la que le comunicaban que en un control rutinario en Madrid habían parado el coche de su madre, y al ver el estado de nerviosismo y la incoherencia de su conversación, los agentes la trasladaron al hospital de Segovia, donde quedó ingresada en el área de Psiquiatría. La chica preguntó a la Guardia Civil por el estado de salud de su hermano, a lo que la agente que la llamó respondió que se desconocía su paradero y que la madre, por miedo a que le quiten la custodia del menor, no facilita el lugar donde pudiera encontrarse.

Sin embargo, la mujer contó a los agentes que había acabado con la vida de su hijo, aunque se desconoce si es así dónde está el cuerpo. El último lugar en el que fue visto el menor fue un hotel de Talavera de la Reina, donde la madre y el niño pernoctaron la noche del domingo al lunes. Llegaron por la noche y se marcharon a primera hora de la mañana, antes de las siete, que es cuando llegó el encargado del hotel. A esa hora, ya no estaban allí. La Policía ha podido confirmar que la madre y el niño se alojaron en este establecimiento, y tratan de certificar visionando las cámaras de videovigilancia que ambos salieron del mismo la mañana del lunes.

La madre padece un trastorno mental y llevaba varios días sin medicarse. Está separada del padre desde el año 2007 y es ella la que tiene la custodia del menor discapacitado. El chico mide aproximadamente 1,70 metros, pesa unos 60 kilos, es muy delgado, tiene el cabello corto, liso y moreno, los ojos negros y muy grandes, las orejas separadas y de gran tamaño, el mentón saliente, la nariz recta y pequeña y la boca muy grande con los labios gruesos.