Un estudio realizado por CCOO concluye que "el número de agresiones en nuestra comunidad autónoma presenta una curva descendente hasta 2010, con un incremento notable desde entonces, tanto en las agresiones físicas como las no físicas, lo que nos puede llevar a pensar que con el comienzo de los recortes, se ha aumentado la presión asistencial y por tanto un factor desencadenante del aumento de las agresiones. A partir de 2012 vuelve a descender situándose en valores similares a los previos a los recortes (2009); y este descenso se vuelve a invertir con el aumento de agresiones en 2015 que han seguido aumentando en 2016".

Según datos de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucia, cada día más de dos profesionales del SAS sufre una agresión (2,43). Se trata de un "dato preocupante", explica Rosa Martín, portavoz del Área de Negociación Colectiva de CCOO, al estimar que el 10% de la plantilla del SAS ha sufrido agresión en los últimos diez años. Entre las reivindicaciones históricas realizadas por esta central ante el SAS destaca "la creación de un Observatorio de Agresiones a su personal", así como "la adopción de medidas adaptadas a las necesidades de cada centro, así como la creación de un registro o un mapa con los puntos negros donde se suelen producir más problemas", añade la Rosa Martín.

En los servicios donde se acumulan más casos de agresiones como las urgencias y las consultas de atención primaria, "tiene que estar la plantilla cubierta al 100%, para evitar la demora en la atención a consecuencia de una sobrecarga asistencial derivada de la falta de recursos humanos", añade. De hecho, "cuando el SAS ha comenzado a hacer recortes en las contrataciones (a partir del año 2009) disminuyendo las sustituciones y con déficit de personal las agresiones han aumentado", asevera.

Según CCOO, "se ha de actuar de una manera más decidida por parte del SAS para poder erradicar esta lacra que ha afectado a casi 90.000 trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública en Andalucía. Sobre todo por el aumento constante de los dos últimos años". La provincia que más agresiones registra, según datos de este sindicato, es Málaga.