El sector de Sanidad del sindicato de funcionarios CSIF advierte del gran desconocimiento por parte de los propios profesionales del Servicio Andaluz de Salud de los pasos que tienen que dar ante una agresión durante el ejercicio de sus funciones en la sanidad pública. "Es necesario exigir que los cargos intermedios, los directores de todos los centros de salud, conozcan a la perfección el protocolo y que den una respuesta inmediata a las víctimas", explica Alejandro González, delegado del Área Sur del sector de Sanidad del CSIF. Tras una de las recientes agresiones registradas en un centro de salud, en concreto en San Hilario de Dos Hermanas, el CSIF comprobó que el protocolo no se activó de manera inmediata. "Hemos pedido la dimisión del director del centro", añade González, "al entender que no conoce el protocolo del SAS frente a las agresiones, lo cual es una obligación de cualquier responsable al frente de centro", considera.

El protocolo del SAS frente a las agresiones marca un circuito con los pasos a dar por parte de los profesionales que son víctimas. El primer paso consiste en pedir auxilio a un compañero o al vigilante de seguridad; e informar al responsable del centro que, a su vez, debe activar el asesoramiento psicológico y jurídico para la víctima. El último paso es proceder a interponer la denuncia ante el órgano competente, Guardia Civil o juzgado. Este paso o bien lo puede realizar la asesoría jurídica del SAS, el servicio de Urgencias o el servicio de Medicina Preventiva. El objetivo es que la víctima se sienta respaldad en todo momento.

Ante el repunte de las agresiones, Alejandro González explica que "desde el CSIF hemos pedido a la administración más medidas de seguridad y nuevos sistemas que permitan a los médicos estar en alerta ante la entrada en la consulta de un paciente con un perfil violento o con antecedentes. Por ejemplo, a través del color verde o rojo, al entrar en la historia clínica, que el facultativo pueda reconocer posibles situaciones de riesgo". El portavoz de esta central considera que el protocolo frente a agresiones del SAS debe "adaptarse mejor" a estas situaciones y , para ello, reclama a la Administración que "escuche a los sindicatos".