Son las nueve menos pocos minutos de la mañana. Hora escolar en Sevilla. El griterío de voces infantiles se lleva ya un rato escuchando, como cada día, en la esquina de la calle Estrella Proción con Estrella Sirio en Pino Montano, muy cerca del CEIP María Zambrano, en el Distrito Norte. Pero hoy no es un día cualquiera de camino al cole. Los alumnos de Infantil y Primaria de este centro escolar llevan varias semanas ensayando un proyecto pionero que hoy llevan a la práctica de manera oficial.

A las 8:45 empieza la ruta. Son varias decenas de menores y otros tantos adultos los que caminan en torno a una serpiente gigante, bautizada como Travis, que es la que marca el camino. Hoy no hay prisas por no llegar tarde al colegio. Hoy en el camino sólo hay risas, canciones y juegos en torno a la gran serpiente de colores que ya es una compañera más en este circuito escolar y que dará a aquellos alumnos que la acompañen una pegatina que acredita su camino de manera sostenible al colegio y que podrá acabar en premio si se completa el cupo establecido por clase.

Por delante de este grupo van los padres o monitores voluntarios a los que les ha tocado controlar el tráfico e ir cortando el paso de coches por las calles que avanza la comitiva escolar. Con chalecos amarillo fluorescente y alrededor de Travis y los alumnos van otros tantos voluntarios pendientes de los más pequeños sobre todo. Son algunos de los más de medio centenar total de padres y profesores que participan en el proyecto, según los coordinadores, y en el que están involucrados los más de 600 alumnos del centro. 

Los circuitos están marcados con grandes huellas azules en las aceras y señales verticales de dirección

Al avanzar por las proximidades del colegio se van viendo grandes huellas azules en el suelo y señales verticales con la imagen de un menor con mochila y flechas que indican la dirección a seguir. Son las insignias que identifican que aquí hay desde hoy un Camino Escolar Seguro. Un proyecto pionero en Sevilla desarrollado entre el Ayuntamiento y la Dirección General de Tráfico (DGT), y que forma parte de una iniciativa europea conocida como STARS (Acreditación y Reconocimiento de Desplazamientos Sostenibles para Colegios), con el objetivo de establecer caminos peatonales y ciclistas seguros a fin de fomentar la movilidad sostenible, consiguiendo con ello reducir el uso del coche y bajar las emisiones contaminantes y el ruido.

Un proyecto, que ha empezado en el CEIP María Zambrano y que se está ultimando su implantación en el CEIP Altos Colegios, en el Distrito Casco Antiguo, hasta "completar una red de caminos escolares seguros completa en Sevilla", en palabras del delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera. "Esta iniciativa no tiene marcha atrás y vamos a ir colegio a colegio", ha subrayado el edil.

Los menores agarrados a Travis, la serpiente gigante que les acompaña en el camino al cole.

Javier Reus y Olga Valverde son el coordinador del proyecto Camino Escolar Seguro en el CEIP María Zambrano y la presidenta del AMPA, respectivamente. Ademas son profesor y madre de alumnos del centro y, desde ahora, también son pedibuses. Un concepto creado para designar a los adultos que, voluntariamente, se van a encargar a diario de acompañar a los grupos de menores que llevan a la práctica el proyecto Camino Escolar Seguro con el objetivo de reducir la contaminación y garantizar la seguridad vial de los más pequeños. "Estamos muy contentos con la iniciativa y podemos decir que ha sido todo un éxito, incluso mayor de lo que nosotros nos esperábamos. Los niños lo han acogido muy bien, pero también los padres y todo están involucrados", afirma Olga Valverde.

"El proyecto busca que los menores vengan al colegio de manera sostenible, dejando sus padres el coche en un punto que ya hemos acordado y que los niños vengan andando, en bicicleta o patinete. La verdad es que estamos ganando un montón porque la puerta del colegio se queda despejada por las mañanas y en las dos semanas que lo hemos ensayado hemos aumentado la movilidad sostenible en un 84%", explica Javier Reus.

Los menores junto a la serpiente Travis, con los voluntarios portando las señales de tráfico.

Organizar este tipo de caminos no es demasiado complejo y por ello el objetivo del gobierno local es, "una vez constatado el éxito del programa", poder ampliarlo a otros centros educativos, "convirtiéndolo en una línea de trabajo a seguir para los próximos años". Entre otras cosas, previamente a su puesta en marcha, desde el Ayuntamiento se han analizado las distintas rutas y los hábitos de la comunidad educativa; se ha realizado una señalización específica de un itinerario seguro peatonal para los menores con un punto de partida que tuviera una gran afluencia de personas y con el colegio como punto de destino; se han tomado medidas de seguridad vial como la restricción de la circulación de vehículos en una calle en los horarios de entrada y salida de los menores; se han organizado jornadas de actividades y el juego de la serpiente; y, se han repartido chalecos y placas para que padres y profesores puedan organizar y coordinar diariamente una ruta segura al centro educativo a pie o en bici.

El CEIP Altos Colegios, en el distrito Casco Antiguo, está ultimando la puesta en práctica del proyecto

"Es una iniciativa pionera en la ciudad de Sevilla y así progresivamente se ira implantando en todos los colegios con el objetivo de fomentar esa movilidad sostenible y que los menores de Sevilla vayan al colegio andando. Pero se trata a la vez de que hagamos unas rutas escolares seguras para que, además de fomentar esa sostenibilidad, los niños y niñas vayan unidos con la creatividad y los juegos que han organizado y ir concienciándolos de esa movilidad activa de ir andando a los sitios en busca de un modelo más sostenible, saludable y habitable que refleje un compromiso firme contra el cambio climático", ha explicado Cabrea.

Esta iniciativa cuenta con el respaldo de la Dirección General de Tráfico. Organismo desde el que la directora provincial en Sevilla, Ana Luz Jiménez, ha incidido en la importancia de "que los niños aprendan a moverse de una manera segura y, sobre todo, sostenible y respetuosa con el medio ambiente".