Concluye la demolición del antiguo hospital psiquiátrico de Miraflores

La Diputación Provincial de Sevilla, propietaria del complejo en el que se alzaba el antiguo Hospital Psiquiátrico de Sevilla, ha concluido ya del todo las obras de demolición del inmueble, que se situaba entre las rondas Norte y Supernorte de la capital. Según han confirmado fuentes de la institución, los trabajos de derribo finalizaron en marzo. Con esta obra ya terminada, se han repuesto después los vallados y se han reparado las redes de alcantarillado y limpiado las vías de acceso, para dejar toda la zona adecentada. El coste total de la actuación ha superado los 570.000 euros. El solar que ha dejado el edificio tiene 5.000 metros cuadrados y, de momento, quedaría baldío. No obstante, fuentes de la institución señalaron que se están barajando otros posibles usos para la parcela, aunque no hay nada decidido.

Los trabajos de demolición del inmueble, que tenía 24.000 metros cuadrados construidos, se iniciaron a principios de este año, una vez que el Ayuntamiento de Sevilla aprobó, en diciembre de 2016, la licencia de obras. Para ello, exigió que, previamente, la Diputación de Sevilla elaborara un "catálogo de inmuebles" con todas las instalaciones existentes en el complejo de centros sociales de Miraflores, entre ellas el antiguo hospital psiquiátrico.

Este edificio, construido en los años 50, no estaba catalogado y no tenía ningún uso desde hace casi 30 años, por lo que se encontraba muy deteriorado. Tanto, que cualquier proyecto de rehabilitación hubiera sido más costoso que el derribo, según defendió la Diputación. De hecho, cuando se anunció esta decisión de demolerlo -en agosto de 2014- hubo varias entidades que se interesaron por el mismo y llegaron a la Diputación con propuestas, que descaron al conocer las condiciones de la construcción, en cuyo interior se han llegado a producir incluso incendios.

En el complejo de Miraflores tiene una extensión aproximada de 30 hectáreas, la Diputación tiene otros edificios y pabellones en uso, con distintos centros asistenciales: hay dos residencias para discapacitados psíquicos, una para adultos y otra de gravemente afectados, a donde fueron derivados pacientes sin familia del hospital psiquiátrico tras su definitivo cierre, algunos tutelados por la propia Diputación. Alguno de estos centros también necesitan reformas para adaptarse a la nueva normativa que los regula.

En el complejo funciona además la residencia San Ramón, especializada en enfermos de alzhéimer, y hay otros pabellones que cedidos a entidades sin ánimo de lucro. Alguna vez, el presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, ha manifestado su deseo de convertir la zona en un referente en servicios sociales y dependencia. La Diputación posee estos terrenos desde finales del siglo XIX, cuando las Hermanas de la Caridad que adquirieron la antigua huerta para atender allí a enfermos mentales, se la cedieron, con la condición de que construyera el hospital psiquiátrico.