Negligencia

Condenan al SAS por la muerte de un recién nacido en el Hospital Virgen del Rocío

Hospital de la Mujer en el complejo Virgen del Rocío.

Hospital de la Mujer en el complejo Virgen del Rocío. / Juan Carlos Vázquez

El juzgado de lo Contencioso Administrativo número ocho de Sevilla ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 163.745 euros a una familia sevillana por la muerte de un recién nacido y las secuelas ocasionadas a la madre. La sentencia es firme. 

La actuación negligente a la atención al parto en el Hospital Virgen del Rocío privó a Sonia de la oportunidad de tener a su segundo hijo y la colocó al borde de la muerte por la delicada situación en la que se vio abocada tras acudir hasta tres veces a las Urgencias del Hospital de la Mujer.

La letrada María Jesús Villalpando, miembro de la asociación El Defensor del Paciente, explica que esta nueva negligencia evidencia la "necesidad de protocolos para los embarazos de riesgo, que impidan situaciones como las que ha sufrido Sonia en el Servicio Andaluz de Salud”.

Los hechos se remontan al 12 de junio de 2016, cuando la madre sevillana, de 38 años, acudió al Hospital Universitario Virgen del Rocío en Sevilla. La joven presentaba una gestación de riesgo. “Me sometieron a una cesárea uterina en T invertida en mi primer parto, de modo que mi segundo embarazo fue de riesgo, ante la posibilidad de que se rompiera el útero”, explica Sonia, enfermera de profesión.

Cuando el embarazo se encontraba ya en el séptimo mes, Sonia se vio obligada a ir a Urgencias al Maternal por dolor en la zona del vientre, pero simplemente le indicaron que se volviera a casa y  tomara medio valium. “Me dieron a entender que mi problema era que estaba nerviosa”, recuerda.

Imagen ecográfico de Leoh, el hijo de Sonia, que falleció al poco de nacer. Imagen ecográfico de Leoh, el hijo de Sonia, que falleció al poco de nacer.

Imagen ecográfico de Leoh, el hijo de Sonia, que falleció al poco de nacer.

Sonia continuó sufriendo dolor y acudió de nuevo, por la tarde, al mismo hospital, donde esta vez sí la monitorizaron, en torno a las seis y media de la tarde. De esta forma se controla el bienestar del feto.

Sin embargo, “tal y como se recoge en la sentencia, no constan las gráficas de monitorización, literalmente desaparecieron, tampoco constan controles de constantes. ¿Por qué? Solo hay un apunte a las siete de la tarde que acreditaba que había un registro de monitorización”, añade El Defensor del Paciente.

Pese a su insistencia en Urgencias, en esta segunda visita tampoco la dejaron ingresada. “Acudí con mis historias clínicas al hospital y les insistí en que mi embarazo era de riesgo pero de nuevo me mandaron a casa”, añade Sonia.

Tercera visita a Urgencias

La situación de Sonia empeoró y acudió una tercera vez a Urgencias. “Me sondaron, me monitorizaron y fue pasando el tiempo. No encontraban al niño. Entraron varios para buscarlo hasta que me dijeron que la frecuencia cardiaca de mi niño estaba en 60 pulsaciones. El tiempo seguía pasando”, lamenta.

Su situación se agravó tanto, sin recibir atención adecuada, que su vida corrió peligro. “Me hicieron una cesárea urgente, mi útero se había roto. Perdí a mi hijo. En el quirófano quise morir. Sólo pensaba: que mi hijo sobreviva, prefería morir yo, antes que mi hijo”.

Sonia ha necesitado tratamiento psicológico para superar la pérdida de su hijo. “Tenía todo preparado para él. No me dieron la oportunidad de tenerlo. Se llamaba Leoh”, recuerda.

Ante la sentencia, esta madre sevillana “espera que sirva para que no le pase a ninguna mamá de riesgo más”.

 “¿Estuvo realmente controlado el feto?”, cuestiona El Defensor del Paciente, al concluir: “todo indica  que desgraciadamente no lo estuvo pues nada aparece en la historia. El bebé nació a las 20:05 horas, en muy malas condiciones y termina falleciendo literalmente asfixiado” 

Desde la Asociación El Defensor del Paciente se plantea la necesidad “de que se revisen los protocolos de actuación obstétrica en los hospitales públicos, con carencias importantes".  Esta entidad especializada en defender a víctimas de negligencias médicas advierte que "la falta tanto de medios humanos como técnicos provocan excesivas muertes de bebés, cuando el estado de la ciencia actual permite, a diferencia de otros tiempos, salvarlos sin grandes problemas”.

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