Sevilla

Confinamiento y salud mental, difícil mezcla

  • La cuarentena genera estrés, angustia, miedo y ansiedad, que afectan mucho más a las personas con alguna enfermedad mental que al resto de la población

  • El teléfono de la esperanza ha registrado un incremento del 30% de llamadas desde que comenzó el estado de alarma

  • Última hora del coronavirus en Sevilla 

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Ansiedad, angustia, estrés... Son algunas de las sensaciones que el confinamiento provoca en cualquier persona, y que afectan de una manera más intensa a aquellas que padecen enfermedades mentales. Personas que sufren esquizofrenia, trastorno bipolar, obsesivo compulsivo o de la personalidad pueden sufrir especialmente por encontrarse encerradas, o por la dificultad para gestionar la nueva situación familiar que se les presenta. También pueden padecer más miedo al desconfinamiento ahora que parece estar más cerca el retorno a la normalidad. En Sevilla, el teléfono de la esperanza ha incrementado en un 30% las llamadas recibidas desde que se decretó el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, mientras que los profesionales de la salud mental han tenido que cambiar profundamente sus técnicas, pasando de terapias de grupo a la atención individualizada por teléfono.

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Una de las entidades que atiende a personas con trastornos mentales es Faisem (acrónimo de Fundación Andaluza para la Integración Social de personas con Enfermedad Mental). Durante la cuarentena ha mantenido en funcionamiento 83 centros y atendido a 454 personas con trastornos mentales graves. Cuenta con 196 trabajadores, que han tenido que reorientar sus funciones para prestar una mayor asistencia telefónica que presencial. Su labor ha sido fundamental para concienciar a los enfermos de la importancia de mantenerse en casa. Eso ha hecho que los pacientes se comprometieran a guardar escrupulosamente la cuarentena, lo que se ha traducido en cero contagios a día de hoy.

Ninguno de los 301 residentes con problemas de salud mental que permanecen en casas hogares y viviendas supervisadas de Faisem ni de los 218 profesionales que se encargan de ellos ha dado positivo en los tests rápidos de coronavirus que se les han practicado en las últimas semanas.

La gerente de Faisem, Silvia Maraver, en la sede de la fundación. La gerente de Faisem, Silvia Maraver, en la sede de la fundación.

La gerente de Faisem, Silvia Maraver, en la sede de la fundación. / Juan Carlos Vázquez

"Y no es por la nicotina", bromea Andrés López Pardo, psiquiatra de Faisem, a quien alguien le dijo que había leído que la nicotina mataba al virus y que, por tanto, los enfermos mentales, que suelen ser muy fumadores, estaban libres del Covid-19. "¿No sería más bien que no se infectaron porque se han mantenido aislados todo este tiempo?", fue su respuesta, cargada de elegancia. La gerente de Faisem, Silvia Maraver Ayala, corrobora que esta escrupulosidad en el respeto del confinamiento ha sido clave para evitar contagios. "Ha sido ejemplar. Creo que esto debe servir para acabar con el estigma que tienen las personas con enfermedades mentales acerca de que no les importa el resto de la sociedad. Han demostrado que sí, y que se comportan con solidaridad". Para ello ha sido necesario que los orientadores y profesionales de Faisem les impusieran una serie de actividades y una rutina que les hiciera más llevadera su estancia en casa.

Este periódico visitó una de las casas hogares de Faisem en Sevilla Este, donde viven diez personas con trastornos mentales. A todos se les inculcó la necesidad de mantener las distancias y de que avisaran al menor síntoma. Hubo casos de fiebre que fueron aislados, pero que dieron negativo en las pruebas. Ahora les toca la parte del desconfinamiento, que también puede ser dura porque los pacientes pueden coger miedo a salir.

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

La forma en que se ha llevado la cuarentena por parte de los enfermos ha sorprendido para bien a Berta Stiefel García-Junco, psicóloga y directora del hospital de día de salud mental, dependiente del Virgen Macarena. "El ser humano tiene más recursos de los que creemos. Partimos de muchos supuestos, pero luego hemos visto que la mayoría de nuestros pacientes, incluso los más graves, han reaccionado perfectamente". El equipo que dirige ha tenido que cambiar sus métodos, pasando de las terapias de grupo, que son muy habituales, a la atención telefónica individualizada.

Al igual que los atendidos por Faisem, estos pacientes han tenido rutinas muy marcadas por las tareas propuestas por los profesionales. Alguno incluso ha comentado que no tenía demasiados problemas en quedarse en casa, pues aislarse era algo que hacía a menudo. Entre los pacientes atendidos hay personas con niños a su cargo, con problemas familiares, pero sin embargo no ha habido más crisis durante el confinamiento que en cualquier otro periodo del año. También ayuda que sean pacientes que ya lleven una historial de atención sanitaria y a los que los profesionales conocen bien.

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Distinto es el caso del primer contacto. Aquí sí ha habido un repunte en las consultas, tanto por el estrés, la angustia o la ansiedad generadas por el confinamiento como por las propias dudas ante el coronavirus y cómo actuar. Incluso por parte de personas que se sentían solas y simplemente necesitan que alguien las escuchara. En este punto es clave el papel del Teléfono de la Esperanza, una ONG que está a punto de cumplir los 50 años y que se fundó precisamente en Sevilla. Su delegado en la capital andaluza, Ángel Pérez Navarro, explica que las consultas se han incrementado en un 30% desde que se decretó el estado de alarma.

En Sevilla han sido, hasta el jueves, 743 las llamadas recibidas por el teléfono, que sigue estando atendido durante 24 horas y los siete días de la semana. Las consultas se dan más por las tardes y noches. Muchas son de personas mayores que se sienten solas, pero también ha habido de gente que tenía dudas sobre el Covid-19, otros que sentían angustia, malestar derivado del aislamiento, miedo o problemas causados por la convivencia con la familia. Un porcentaje relativamente alto, de en torno al 9,5%, eran personas con ideas suicidas.

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

El teléfono de la esperanza siempre se ha identificado como una ayuda frente al suicidio, el último clavo al que agarrarse. Las personas que atienden el teléfono están formadas para detectar ideas o conductas suicidas. Tras esa primera atención, la persona que llama es derivada al sistema de salud y a una consulta de psiquiatría. Para el delegado de esta ONG, siguen siendo un porcentaje importante de casos, aunque por el momento no suponen un aumento. Ya en la crisis económica anterior, en el año 2008, los estudios no pudieron concluir que existiera vinculación entre los problemas económicos y los suicidios, que no aumentaron. No se puede predecir qué va a pasar en esta ocasión, pero sí que puede decirse que, hasta hoy, no hay un incremento.

Eso no quita para que se sigan dando casos. El suicidio sigue siendo la principal causa de muerte no natural en España, con mucha diferencia sobre el resto. En todo el país se registran anualmente más de 3.600 casos, muchos más que muertes por accidentes de tráfico o por la violencia machista. En Sevilla, en 2017, hubo 157 suicidios. Los especialistas piden desde hace años que se cree un plan nacional para la prevención del suicidio, que hasta ahora no existe ni tampoco se contempla. Actualmente, cada ayuntamiento elabora sus propias guías, lo que se traduce en una descoordinación de las políticas contra este problema. También coinciden en que hablar e informar del suicidio, de manera responsable, ayuda a prevenirlo, a diferencia de la creencia histórica de que eso generaba un efecto llamada. Esta falta de información en los medios de comunicación sobre el suicidio ha contribuido a que el asunto se haya convertido en un tabú.

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar

La resistencia de las personas con problemas de salud mental y sus cuidadores: un confinamiento ejemplar / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Durante esta cuarentena se han registrado varios suicidios en Sevilla. Algunos incluso con grabación de imágenes muy duras que han corrido a través de miles de teléfonos móviles, algo muy perjudicial y que puede tener un efecto muy negativo en otras personas. Faisem distribuyó una hoja informativa en la que se desmontaban algunos mitos sobre el suicidio. "Muchas veces, las personas que piensan en estas conductas lo avisan antes. La causa fundamental es que la persona no ve otra salida porque tiene mucha desesperanza, quiere dejar de sufrir. Problemas que se van sumando pueden llevar a este estado", decía la pequeña guía elaborada por la fundación, que se dirigía también directamente a las personas que están atravesando problemas. "No tema preguntar. Dialogue con un familiar, con amistades o con profesionales. Si eres joven, permite que tus amistades sepan qué te pasa. Habla con un adulto de confianza".

El hecho de poder salir a pasear o hacer deporte, algo fundamental para las personas con trastornos mentales, ha aliviado mucho la situación de los enfermos. Queda ahora ir perdiendo el miedo al desconfinamiento. Sobre lo que vendrá tras la pandemia, los profesionales de la salud mental aseguran que es algo desconocido. Hay quien dice que la próxima pandemia será de alguna enfermedad mental. "¿Por qué? Los psiquiatras no podemos jugar a ser futurólogos".

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